Tres aspectos cruciales deben tenerse en cuenta al abordar la poda de un cítrico.
El arte de la poda del limonero: consejos sencillos y efectivos
1. En primer lugar, la poda de formación. Este proceso consiste en eliminar los chupones, que son las ramas que crecen verticalmente y obstaculizan la incidencia solar sobre el árbol. Los chupones no solo pueden privar al árbol de la luz solar que necesita para su crecimiento, sino que también pueden desviar recursos y energía vitales que podrían utilizarse para el desarrollo de frutos saludables.
2. El segundo aspecto a tener en cuenta durante la poda es la eliminación de ramas innecesarias. Esto incluye las ramas que crecen hacia abajo, que a menudo no aportan valor al árbol, así como las ramas secas que ya no están vivas. Estas ramas inútiles pueden restarle al árbol energía y nutrientes que serían más útiles en otras áreas.
3. El último paso en el proceso es la poda apical. Esto implica hacer un corte en la parte superior del árbol para evitar que crezca demasiado alto. Este tipo de poda también puede favorecer el crecimiento de nuevos brotes.
Ahora, vamos a describir cómo se realiza cada uno de estos pasos
Primero, se hacen cortes limpios para quitar los chupones. Con una tijera de podar, se deben eliminar estos brotes que obstaculizan la luz solar. Una vez eliminados, el árbol podrá disfrutar de una mayor incidencia solar, que es fundamental para su salud y productividad.
Al realizar estos cortes, hay que tener precaución debido a las espinas que se encuentran en estas ramas. Asegúrese de tener cuidado para evitar pinchazos o lesiones.
A continuación, se eliminan las ramas que crecen hacia abajo y las que están secas. Este proceso ayudará a limpiar el árbol y permitirá que utilice sus recursos de manera más eficiente.
Finalmente, para favorecer el crecimiento de nuevos brotes, se realiza una apoda apical. Este corte se hace justo por encima de un nudo en la rama, lo que ayuda a controlar la altura del árbol.
El podar un limonero no es solo una tarea de jardinería, es un arte que requiere paciencia y habilidad. Pero con un poco de tiempo y esfuerzo, podrá ayudar a que su limonero crezca fuerte y sano, listo para dar frutos deliciosos.