La edad al primer entore influye fundamentalmente en el número de crías logradas por una hembra a lo largo de su vida útil. Pero bien, ¿cómo saber si las vaquillonas ya están en condiciones para ser servidas? Hay algunas recomendaciones:
- Es necesario alcanzar un 60 % del peso adulto, relacionado con la raza o biotipo animal.
- Corresponde determinar el grado de desarrollo reproductivo del animal, tarea que realizan los veterinarios mediante palpación rectal o ecografía, en que se evalúa el desarrollo del ovario y del útero. Permite identificar si la hembra es púber o no.
- El área pélvica interesa. Se determina como el producto entre la altura y el ancho de la abertura pélvica, utilizando un pelvímetro hidráulico. Esta es una determinación que permite predecir el riesgo de distocias.
TIEMPOS ACOTADOS
El objetivo como productores de terneros pasa por poder lograr un ternero por vaca y por año.
De los 365 días del año, la vaca va a cubrir 283 días aproximadamente con la gestación, para luego tener 40 días de puerperio, dejando así solo 42 días libres para poder realizar el servicio, lo que implica dos ciclos estrales. Considerando que durante los mismos el celo tiene una duración de entre 8 y 30 h, esto nos deja un período muy acotado para poder preñarlas.
Es por eso que se debe buscar la forma de potenciar la eficiencia del proceso y reducir los períodos improductivos al mínimo posible. Se pone de relieve otra cuestión que es de gran importancia: por cada día que el anestro se prolongue más allá de los 60 días después del parto, se perderán 833 gramos de ternero por vaca entorada (Habich y Joandet, 1978), ya que la pérdida se da no solo por alargar el periodo o el intervalo entre partos, con lo cual dejamos de tener un ternero por vaca por año, sino que también se ganan menos kilos en ese ternero.
Al programar los servicios suele escucharse que lo importante es tener una buena cabeza de parición, pero ¿cuál es su fundamento? Lograr el mayor porcentaje de preñez al comienzo del servicio, no solo va a dar a la vaca más tiempo para recuperarse, sino que su ternero será parte de los primeros nacimientos de la temporada, dándole mayor tiempo de engorde y pudiendo llegar así con un peso superior a la venta.
Si se lograse ingresar al servicio con un alto porcentaje de vacas con buenas condiciones corporales y cíclicas, podrá preñarse un mayor porcentaje de animales como cabeza de parición, y si bien se seguirá teniendo un rodeo con un 90 por ciento de preñez, la diferencia se notará en los kilos de ternero que se obtendrán.
La nutrición está altamente relacionada con la actividad ovárica, por lo que una buena condición corporal es indispensable para lograr índices reproductivos aceptables. El diagnóstico de la condición corporal es una gran herramienta sin costo y que, en aquellos casos en que el score no sea el adecuado, puede complementarse con el diagnóstico ecográfico de la actividad ovárica para poder proyectar la probabilidad de preñez del rodeo antes del servicio.