El volumen mundial de girasol muestra una merma de 5,2 millones de toneladas menos, un 15 por ciento menor que en la campaña 2019/2020, como consecuencia de las restricciones que se produjeron en las cosechas de Ucrania y Rusia y un 12 por ciento en la oferta de granos, que no se trasladaron al crushing y menos al consumo.
En tanto, los precios del aceite de girasol muestran un aumento impactante debido a la escasez y la devaluación del dólar estadounidense que perdió 4 por ciento, frente al euro en los últimos 40 días.
Por su parte, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos bajo las estimaciones de producción de la oleaginosa para Argentina, para pasar de 3 M de t a 2,9 M de t, factor que contribuye también a la sostenibilidad de los precios.
Al 10 de diciembre último los precios ofrecidos por el aceite de girasol en Róterdam se ubicaban en U$S 1.150 la tonelada, un 43 por ciento más alto que un año atrás y 37% más elevado que en agosto de este año.
Por la merma de la producción se sostienen los precios internacionales. El girasol, como aceite, tiene primas importantes como en el caso del aceite de canola que es del 4,7% para la posición diciembre y del 12,1% para abril.
En la Argentina, la superficie cubierta con girasol no fue la esperada. En Chaco el estado es complicado y el centro y norte de Santa Fe la cobertura con la oleaginosa resultó un tercio menor, respecto de lo sembrado en la campaña 2018/2019.
Estamos hablando de una caída de superficie asignada al cultivo que puede oscilar en casi medio millón de hectáreas lo que representa una caída muy importante.
Respecto de la condición del cultivo, en Santa Fe se encuentra en un estado muy aceptable y en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, en muy buenas condiciones. En cuanto al precio ofrecidos por el girasol disponible se ubica en U$S 380 la t sobre Rosario, así como los valores se mantienen en buenas posiciones para el futuro de diciembre y marzo.