La política monetaria se compone de una serie de mecanismos que acciona el banco central de los países a fin de administrar la cantidad de dinero y crédito en la economía. Los bancos centrales son los encargados de ejecutarla, bajo el objetivo de mantener la estabilidad de precios, es decir, controlar la inflación. Esto nos impacta en el negocio agropecuario de lleno.
La política monetaria puede ejecutarse en dos direcciones:
La acción que realizan los bancos centrales es el movimiento mensual en la tasa de interés de referencia. Al aumentar o disminuir la tasa de interés, se dice que el banco está adoptando una postura hawkish o dovish.
Cuando se habla de un tono hawkish, se hace referencia a una política monetaria restrictiva. Es cuando el banco central opta por una subida de tasas de interés. Al tomar una postura restrictiva, se logra controlar el alza de precios y se impulsa la apreciación del tipo de cambio. Esto provoca también que disminuya el consumo por el escaso dinero que hay en circulación y con ello, que los bonos gubernamentales sean más atractivos, pues pagan tasas de interés más altas.
Por el contrario, hablar de un tono dovish se refiere a una política expansiva mediante la cual, banco central relaja o baja las tasas de interés para estimular la economía a través de mayor inversión, pues será más atractivo invertir que ahorrar el dinero o comprar deuda gubernamental con bajos retornos. Como consecuencia, esto incentiva a la economía y controla la deflación, se deprecia el tipo de cambio y aumenta el consumo por la inyección de dinero en circulación.