En vista de la información reciente publicada desde la Argentina sobre el lanzamiento de la comercialización de Trigo Genéticamente Modificado (Trigo GM) y la audiencia pública sobre la autorización de venta de harina modificada genéticamente, la Asociación Brasileña de Industrias do Trigo (Abitrigo), representante de la industria de harinas y derivados del trigo, teniendo en cuenta el interés de los consumidores brasileños, aclara que:
Desde hace unos 30 años, este tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica a nivel internacional, de gobiernos y consumidores en países que tienen al trigo como fuente esencial alimenticia: Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea, donde incluso el consumo per cápita supera al consumo brasileño dos veces. Estos análisis han determinado, hasta el momento, la no aprobación del uso de Trigo GM porque no se identificaron beneficios evidentes para las personas, siendo el objeto exclusivo el de buscar incrementar la productividad de campo.
El tema está presente en el entorno de investigación presentado dentro de estrictos parámetros de control.
El informe de la FAO sobre trigo transgénico registra solo dos variedades aprobadas en el mundo, uno en Estados Unidos en 2004, lo que generó grandes repercusiones negativas a nivel mundial y la interrupción de su producción y comercialización, y la presente variedad aprobada en Argentina, todavía sin comercialización.
En contacto con entidades representativas de la cadena triguera en Argentina, como la Federación Argentina de la Industria Molinera, Cámaras Arbitrales Argentinas, Exportadores argentinos, fuimos informados de la posición en contra de la producción y comercialización de productos transgénicos, manifestada públicamente y en conjunto con las autoridades de ese país.
En la investigación interna impulsada por Abitrigo con molineros brasileños, el 85% no ve favorable al uso de trigo transgénico y el 90% informó estar dispuesto a interrumpir sus compras de trigo argentino, si se inicia la producción comercial en ese país y su exportación a Brasil. Por otro lado, no hemos identificado ningún movimiento de demanda de los consumidores brasileños por soluciones transgénicas, por el contrario, hay manifestaciones publicadas por asociaciones de consumidores con restricciones sobre el uso de este tipo de productos transgénicos.
Opiniones emitidas en eventos regulatorios, procesos legales, en manifestaciones de las agencias de protección al consumidor y al consumidor, entre otras, permiten inferir que el mercado brasileño es reactivo así como que está preocupado por la adopción de comida transgénica. En caso que la comercialización a través de Brasil fuese autorizada, serán importante los costos de control que se agregarán al proceso de importación, lo que tendrá consecuencias en los precios que llegan para el consumidor.
A la luz de todos estos hechos, Abitrigo hace pública su posición contraria al uso de esta fuente alternativa de generación de alimentos.
El trigo argentino representa, la mayor fuente de suministro en Brasil, alrededor del 60%, complementado por el trigo nacional (30%) y otras fuentes (10%). Abitrigo siempre ha apoyado el progreso de la investigación científica del trigo en Brasil, que prioriza la seguridad alimentaria en sus desarrollos, siempre en línea con las demandas del consumidor, sin dejar de lado los factores de productividad necesarios en el campo.
Este proceso liderado por Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria es una institución estatal federal pública brasileña vinculada al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil) donde se suma también la investigación privada, ha promovido grandes avances en la calidad y productividad de trigo, sin necesidad de utilizar tecnología de modificación genética. Por estas razones, Abitrigo se manifestará contrario a la comercialización tanto de harina como de trigo transgénico en el transcurso de la audiencia pública convocada por CTMBIO, a solicitud de Empresa argentina productora del trigo transgénico.
En el mismo sentido, la Asociación debería solicitar a las entidades gubernamentales brasileñas que no autoricen la comercialización de estos productos en Brasil.
Fuente: Abitrigo