Buen y feliz día!
Esto escribí hace unos años y sigo pensando lo mismo...
Otro día enseñando y otra sonrisa por haber elegido una profesión que me ha dignificado toda mi vida.
Me siento feliz haciendo lo que me gusta y lo que más espero es que mis alumnos lo sientan así, porque es la única forma de transmitir, con pasión (y preparación). A través de la docencia conocí a gente increíble, lugares maravillosos, compartí investigaciones, dejé de pensar que era "el único" para estar seguro de ser "uno más".
Todavía lucho (no espero a que venga) por ese día del reconocimiento que la educación es lo más importante para una persona, para su libertad de expresarse, de defender lo suyo, de realizarse así viva en una ciudad, en un pueblo, en el campo o en el lugar más escondido del país y que los buenos docentes deben ser respetados y apuntalados desde los gobiernos (que casualmente somos nosotros mismos).
Quiero abrazar a todos los que educan, a los que conozco y a los que no, estoy feliz.