Facundo Zaeta fue llevado en indagatoria, pero para evitar preguntas lo hizo con un escrito en el que contó su versión de los hechos, y verbalmente se limitó a señalar el lugar en el que arrojaron una piedra con la que golpearon en la cabeza a Gutiérrez.
El joven de 19 años dijo que con Gutiérrez se conocieron unos 4 meses atrás, porque el hombre lo contacto por Whatsapp con fines sexuales. "Me manifestó que le gustaban los 'jovencitos', chicos de mi edad o menos", dice el escrito.
Medios locales aseguraron que Zaeta dijo que le siguió la corriente pasando a diálogos de Telegram. "Así nos empezamos a conocer telefónicamente, por nuestras inclinaciones y gustos sexuales", contó.
En cuanto a Facundo Gómez dijo que fue el artífice de un plan para robarle dinero a Gutiérrez. "Me dijo que tenía que juntarme con Fabián Gutiérrez, seducirlo para concertar un encuentro sexual, luego reducirlo, y taparle los ojos para robarle", detalló.
"Me dijo que si lo hacía iba a ser una persona muy rica y que nadie en Calafate me iba a ser nada, porque Gutiérrez siempre andaba con mucha plata y tenía en su casa millones de dólares. Que si no llegaba a ayudarlo en este negocio, me podía traer problemas. Me dijo que en ese encuentro solo nos íbamos a quedar con el dinero, dijo que nadie iba a salir lastimado, que iba a llegar a la casa, le hacia una preguntas a Gutiérrez, y se iría con el dinero en negro que tenía Gutiérrez de la corrupción", aseveró Facundo Zaeta.
El defendido del abogado Carlos Muriette presentó una historia en la que se ubica como un engañado por Facundo Gómez, poniéndolo a este último en un lugar de "peso pesado" de la ciudad y como quien ideó todo el plan.
Zaeta también dijo que Gómez le aseguró que no pasaría nada con el robo, ya que Fabián Gutiérrez no podía ni denunciar el hecho porque que la plata que tenía era de la corrupción, y que además tenía gente que lo cuidaría.
Zaeta dijo que fue Gómez quien convocó a Pedro Monzón, detenido que hasta ahora viene aportando datos de la ubicación del cuerpo y de elementos, pero que dice que no participó del crimen, porque era amigo de confianza, y por su condición física, ya que es robusto y practica judo.
El joven detalló que Gutiérrez lo pasó a buscar y que al llegar a la casa, inmediatamente "le pegue dos golpes en la mandíbula porque practico boxeo, y lo desmaye, golpeándose la cabeza cuando cae al piso por lo que comenzó a sangrar".
La declaración sigue diciendo: "Lo quise atar con precintos, pero se rompían, así que opte por hacerlo con unas sogas con las manos en la espalda y comencé con una venda, que yo había llevado, a cubrirle los ojos, para que no vea nada, porque Facundo Gómez me había pedido que, a él, no lo tenía que ver".
Al tenerlo reducido Zaeta dijo que llamó a Gómez y Monzón que esperaban afuera, y que a ese momento ya tenía 90.000 pesos de Gutiérrez. Dijo que Gómez fue quien comandó todo, y quien le pedía “la plata” a Gutiérrez, mientras que este negaba tenerla.
Zaeta sostuvo que en algún momento quiso irse, pero que Gómez le pidió que se quedara y seguir con lo que supuestamente era un robo. Mientras Gómez y Zaeta buscan plata en las habitaciones, Gutiérrez logra escapar de Monzón y se encierra en el baño.
Agregó en el escrito que "Facundo Gómez tira la puerta abajo y Gutiérrez cae al piso, logrando abrir la puerta, Monzón y Gómez lo golpearon varias veces en el cuerpo y lo redujeron nuevamente. Gómez me pide que siga buscando arriba, que revise todo. Cuando me voy a la parte alta a buscar el dinero, veo a Facundo Gómez que trae una piedra del patio de atrás de la casa, y se la da en la cabeza varias veces a Gutiérrez (una piedra de grandes dimensiones), casi hasta reventarle la cabeza, no tranquilo con eso, agarró la soga y se la pasa alrededor del cuello, ahorcándolo".
"Me asuste. Me asuste muchísimo. Mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida a Gutiérrez", afirmó Zaeta en su escrito, en el que además afirma que Gómez fue quién dio las órdenes para el traslado del cuerpo hasta la cabaña de la calle Cañadón Seco.