Una discusión en una peluquería del barrio porteño de Recoleta que terminó de la peor manera: con un crimen. La víctima, uno de los empleados del negocio. El asesino: uno de sus compañeros, que se encuentra prófugo.
Por el momento, se desconocen los motivos que llevaron a la discusión y a la pelea fatal, pero sí que uno de ellos mató al otro de un disparo en la cabeza y se dio a la fuga.
El lugar del hecho fue “Verdini”, una reconocida peluquería situada en la calle Beruti al 3017, en el mencionado barrio de Recoleta. Y se desarrolló este miércoles por la noche. Ese mismo local suele ser frecuentado por personajes reconocidos del espectáculo y la farándula.
Cabe destacar que la peluquería ya había cerrado sus persianas, por lo que cuando sucedió el asesinato, no había ningún cliente presente.
Cómo fue la pelea y el asesinato
Las cámaras de seguridad del local registraron toda la secuencia. El video, en total, dura dos minutos y medio.
En él se pueden ver a tres hombres y a una mujer sentados en ronda. Quien termina ejecutando el disparo fatal contra uno de ellos está parado. Esta persona es Abel Guzmán, el asesino, quien saca el arma y comienza a increpar a sus compañeros.
En ese momento, y en medio de la discusión, mientras amenazaba a sus compañeros, transcurren varios segundos de Guzmán con la pistola en la mano ya habiéndola gatillado (lo hizo apenas la sacó de su pantalón) y se percibe que los momentos de tensión con sus compañeros persisten.
En todo momento, Guzmán mantuvo una distancia necesaria para poder efectuar un disparo “limpio” y pese a que alguno de sus compañeros intentó acercarse un poco, él continuaba manteniendo esa distancia. Eso, en el video, puedo evidenciar que él premeditadamente sabía qué estaba haciendo y que no habría sido solo un ataque de furia.
Lo llamativo de toda esta escena fue que Germán Gabriel Medina, quien termina siendo la víctima fatal, en todo momento permaneció sentado, incluso en una situación relajada, con una mano sosteniendo su cabeza y no se inmutó siquiera cuando fue apuntado directamente por Guzmán, como creyendo que el asesino no sería capaz de efectuar el disparo mortal.
En ese momento y con absoluta frialdad, Guzmán le dispara en la cabeza a Medina y sale corriendo, ante la mirada de terror y estupefacta de sus compañeros.
Incluso, ya sobre el final del video, se puede ver cómo uno de los empleados le facilita la huida a Guzmán, al abrirle una ventana para que pueda escapar.
De inmediato, la Policía de la Ciudad fue alertada y se acercó hasta el lugar. Aun con signos vitales, Medina es trasladado por personal del SAME al Hospital Fernández, pero a los pocos minutos, este joven de 33 años, murió.