En el Gobierno de la Ciudad sostienen que la presencialidad en las aulas es fundamental, aunque ahora también indican que ciertos factores del protocolo “no serían necesarios”.
En ese orden, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, le manifestó a Todo Noticias: “Nos gustaría seguir trabajando en el camino de eliminar el distanciamiento para que todos los chicos entren en las aulas. Muchos estudios demostraron que con la utilización del barbijo, la ventilación y la higiene, el distanciamiento no es tan necesario”.
Con estas modificaciones, sería posible sumar horas y habría espacio para que más alumnos se sumen a las aulas. A su vez, otro cambio sería la eliminación del ingreso escalonado que, según manifestó Acuña, “quita tiempo”. En cuanto a los kioscos y bares dentro de los colegios, también estarían evaluando la posibilidad de reabrirlos.
Respecto de la posibilidad de un rebrote, la ministra reiteró el planteo de Horacio Rodríguez Larreta: en caso de restringir actividades, la idea es que el colegio sea lo último en la lista.
“Aprendimos que siete meses sin escuela presencial genera daños enormes y va a llevar mucho tiempo revertir las consecuencias. En un solo año se destrozaron estadísticas que veníamos mejorando en los últimos 12, en cuanto a repitencia y abandono”, agregó.
En relación a esto, el Ministerio de Educación de la Ciudad dio a conocer que 9076 alumnos secundarios se llevaron entre ocho y once materias, sobre un total de casi 99.000 que tenía el sistema en 2019 (últimas cifras oficiales). Son alumnos que pasaron de año, pero bajo el régimen de “promoción acompañada”, en el marco de la pandemia.
A raíz de esto, se analiza qué hacer para evitar repitencias o abandonos, en caso de que no puedan acreditar conocimientos de 2020 más los de 2021. Una de las propuestas es que vayan a la escuela también los sábados, a fin de que “recuperen los contenidos perdidos”.