El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, llevó tranquilidad y afirmó este viernes que la vuelta a las clases no causará “movimientos” en la curva epidemiológica de coronavirus y, en ese sentido, el porcentaje de docentes que dio positivo en los test es el mismo que en el resto de la población.
Quirós aclaró que “los niños no son causas de movimiento de curvas epidemiológicas”, en referencia al regreso de las clases presenciales en la Ciudad pautado para el próximo 17 de febrero.
En diálogo con radio La Red, el funcionario dijo que “está bastante demostrado, a esta altura, que los niños se enferman menos, tienen menos carga viral y contagian menos”.
Además, Quirós señaló que, si se respeta la distancia física de 1,5 metros entre los alumnos, el uso de barbijo y la ventilación de los ambientes “el reencuentro escolar no provoca cambios epidemiológicos”.
El ministro habló poco después de la conferencia de prensa en la que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ratificó el regreso a las clases presenciales para el 17 de febrero.
Allí, también aseguró que, ante un caso confirmado de coronavirus en un docente, la escuela no cerrará ni tampoco se suspenderán las clases para sus alumnos, quienes continuarán con un suplente.
Al ser consultado sobre los quince docentes que hasta ahora dieron positivo, Quirós sostuvo que representan el 0,5 por ciento del total, “es la misma tasa que tienen los ciudadanos porteños”, precisó.
“Los docentes tienen una circulación viral de la sociedad en la que están viviendo”, resaltó y explicó que “el haberlos encontrado (en los testeos que se están realizando a los trabajadores de la educación) significa que el rastrillajes es muy importante, muestra que somos capaces de identificarlos”.
“Somos de las pocas ciudades del mundo y del país que estamos ofreciendo testeos al inicio del ciclo lectivo luego cada dos semanas”, agregó Quirós sobre la posibilidad que tienen los trabajadores de la educación de realizarse un test de Covid-10 en alguno de los tres centros destinados especialmente para ellos en el La Rural, la Usina del Arte y el barrio de Flores.
Quirós explicó que son unos 110.000 trabajadores los que la Ciudad espera testear y que, hasta ahora, detectaron 305 casos que habían tenido la enfermedad sin saberlo.