Este jueves arrancó el juicio por el clima de Lucas González. Son 14 los policías acusados, de los cuales tres están imputados por homicidio y a los 11 restantes se los juzga por privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica contra los tres jóvenes menores de edad que se encontraban en el momento del hecho volviendo de un entrenamiento del club Barracas Central.
Antes de entrar a la sala Amia del tribunal de Retiro, el padre de Lucas junto a su abogado brindaron una pequeña conferencia de prensa, acompañados por decenas de amigos, familiares y vecinos que se acercaron hasta Comodoro Py con sus remeras y carteles exigiendo que se haga justicia.
“El dolor lo seguimos teniendo y lo vamos a tener toda la vida porque nos mataron en vida”, dijo Héctor “Peca” González.
“Hoy sigo viviendo porque tengo dos chicos más y una mujer que la tengo que rescatar devuelta. Tengo que volver a rearmar mi familia como sea. Esto en un momento va a terminar y hay que seguir viviendo. Me quitaron a mi hijo. Y a mi señora que por el momento no está conmigo porque vive bajo mucha angustia. Se me hace muy difícil luchar sin mi compañera al lado. Pero tengo que seguir por mi familia, por toda esta gente, porque tengo dos hijos más que tengo en casa esperando la vuelta de mamá y la vuelta de Lucas que no va a volver”, afirmó el padre entre lágrimas.
“Hoy no vengo con un libreto, vengo con el corazón y la verdad de lo que yo viví. De la tortura y la pesadilla que es. A Lucas quiero que lo recuerden como era, como un jugador de fútbol. Desde lo 4 años que pisamos juntos una cancha, él estuvo en Racing Club, Defensa y Justicia y después en Barracas, dónde encontró su lugar y su muerte”, explicó.
El día del asesinato de Lucas González dos de los comisarios acusados se llamaron y en sus audios dicen textualmente que van a llamar a un tercero nombrado como “el perro” para poder “emprolijar esta cagada”. La fiscalía de primera instancia denunció que los policías plantaron un arma en la escena del crimen, haciéndola pasar como un objeto que portaban Lucas y sus amigos.
Es por eso que al inicio del juicio el Héctor “Peca” González sacó de un bolso rojo “la única arma que su hijo tenía” y mostró a todos los medios de comunicación un par de botines y unas canilleras con las que jugaba su hijo antes de ser asesinado.
“No vi un caso así en 40 años de democracia”, dijo Dalbon.
En conferencia de prensa, Gregorio Dalbon, afirmó que a esta causa “la armaron”. “Los amigos de Lucas estuvieron toda la noche presos como imputados y Lucas estuvo como imputado con una herida de muerte en el Hospital Pena, mientras que los policías estaban libres. Así empezó esta causa. Es por eso que digo que nunca vi algo así en 40 años de democracia. Es muy serio lo que sucedió, no pasaba desde la dictadura militar. Los persiguieron de civil, les dijeron ‘negro de mierda te voy a pegar un tiro en la cabeza’. Esto no puede pasar más en Argentina”, afirmó.
Además, el letrado explicó que “hay una actitud de camaradería entre los policías y quisieron engañar a la Justicia y a la sociedad”.
“Los audios entre los comisarios les da a ustedes una perspectiva, uno le habla a otro y le dice ‘nos mandamos un mocazo’, ‘le pegamos un tiro, no soy perito, pero le entro por el ventilete’”.
“No me gusta decir fallos ejemplares, porque tiene que ser justo para las víctimas y justo para los imputados. Acá no queremos revancha, ni perpetua. No queremos algo político. Queremos justicia para que quede jurisprudencia de lo que es el odio racial. Porque a Lucas lo mataron por su cara, por su color de piel”, aclaró el abogado.
Y finalizó: “Acá hay racismo estructural y violencia institucional. Una fuerza mató ciudadanos. Podía haber quedado impune si no estaban los medios, si los papas no iban al lugar y presionaban”.