La autopsia de Manuel Santurián (60), dueño de la cadenas de churrerías y restoranes Manolo, de Mar del Plata, reveló que recibió 4 disparos en total: dos en primer lugar y dos más cuando ya estaba en el suelo, informó Clarín.
El que efectuó los disparos fue su ex suegro, Miguel Ángel García (70), quien después se suicidó de un tiro en su pecho. El caso está casi cerrado, ya que el asesino está develado, pero aún resta saber cuál es la historia que motivó este asesinato.
"Es evidente que hay una historia muy fuerte, con mucho arrastre, para que una persona llegue a tomar la decisión de matar y luego quitarse la vida", dijo a Clarín un investigador. Las hipótesis van desde diferencias económicas hasta conflictos familiares, porque Santurian estaba en medio de los trámites de divorcio con la hija de su asesino, Romina García.
La vida de Santurián transcurría entre Miami y Mar del Plata. Vivía en el primer piso de la torre ubicada en Libertad y Salta, un lujoso edificio.