"En esta larga y sacrificada jornada pidamos juntos a la madre que nos dé nuevos ojos para reconocer a cada persona como a mi hermano y hermana", fue el mensaje que dio Mario Poli al encabezar la Misa Central de la 44° peregrinación a Luján.
El arzobispo de Buenos Aires hizo un llamado a la "unidad fraterna de los argentinos". "Ese es el país que queremos", dijo en la tradicional celebración que este año tiene como lema "Madre, danos fuerza para unirnos como hermanos".
Poli dijo que si la Virgen movilizó a los peregrinos hacia la Basílica de Luján es porque los "quiere mucho". "Nadie vino a hacer una maratón, lo sabemos. Todas las peregrinaciones que llegan hasta el Santuario son un acto de amor a la Virgen. A los peregrinos los mueve la fe y la esperanza en Dios", afirmó.
El arzobispo de Buenos Aires dijo además que la Virgen enseña a "no ser indiferentes". "Se la pasa diciendo en el cielo: 'hijo, no tienen pan, no tienen trabajo, no tienen techo, no tienen paz'. El corazón de la madre se enciende de ternura para exhortarnos a reconocernos como hermanos", indicó.
Miles de fieles marcharon a pie desde la Parroquia de San Cayetano, en Liniers, hasta la histórica Basílica de Luján, en una nueva edición de una de las las muestras de fe más convocantes del país.