Lo primero que llamó la atención de los investigadores fue que Sabrina Pereyra llamó al 911 desde la remisería en la cual trabajaba. Eran las 3 de la mañana del jueves, le dijo a los operadores que al entrar a su casa encontró a su novia, Mariel Rodríguez, ensangrentada en el piso del PH en el que vivían, en el barrio de Villa Luro. "Está agonizando tirada en el piso, bañada en sangre", reconoció. Hablaba de la mujer de 40 años con la que convivía en el PH de Leopardi 255, a siete cuadras de donde llamó.
Pronto, Pereyra se quebró, lo hizo ante Fabio Marchita, su jefe: "A vos no te puedo mentir. Maté a Mariel", confesó. El hombre frenó al móvil 1022 cuando pasaba frente a su negocio, en la intersección de Lope de Vega y Juan B. Justo y se lo mencionó a los oficiales de la Policía de la Ciudad. Marchita es un testigo importante, que deberá declarar ante el juez Martín Sebastián Peluzo.
Cuando los oficiales entraron al PH, encontraron a Rodríguez con un fuerte traumatismo de cráneo y sin signos vitales. Pereyra fue detenida y trasladada a la comisaria de la comuna 10 y desde ahí al Juzgado Criminal Correcional N° 9, donde deberá declarar.
Ahora se supo que Mariel y Sabrina vivían juntas en el PH, junto a una tercera mujer que no estaba esa noche en el domicilio. En el auto de Pereyra, el cual usaba como remis, encontraron una mochila azul con un álbum de fotos impresas y un cuaderno anillado (que llamó particularmente la atención de los investigadores) y 65 mil pesos.
Pese a que ningún integrante de la familia de la víctima ni de la victimaria se hizo presente para dar su testimonio, se conoce por la cuenta de Facebook de Sabrina que tenía una relación con otra joven, que comenzó el 29 de mayo de 2017.
La última publicación en la que se las ve juntas data del 25 de septiembre, en el cumpleaños de una sobrinita de la joven imputada por homicidio. Se estima que ella podría ser la tercera persona que vivía en el lugar, ya que en agosto se publicó una foto de la joven andando en moto a la vuelta del lugar donde ocurrió el homicidio. Sería una testigo clave para la investigación.
Sabrina Pereyra tenía contacto con un Pae umbanda. A él le agradeció en el mes de Junio por haber podido comprarse el auto Ford Ka que usaba para trabajar. "Gracias Pae Daniel de Oxala por el axe que me dio...logre mi objetivo". En idioma yoruba "dar un axe" quiere decir "buena energía".
"Aún restan ver las actuaciones para hablar del móvil del crimen. Determinar las discusiones previas, si las hubo. Si eran pareja, la imputación sería por homicidio agravado por el vínculo", dijo a Clarín Diego Villanueva, secretario del Juzgado.