El presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada visitaron este sábado a Rocío Villareal, la Policía baleada el lunes pasado en el ataque una comisaría de San Justo.
Macri primero se reunió con los policías que estuvieron en el episodio. También conversó con las hermanas de Villareal y entró a la habitación de la sargento en el Centro Médico Fitz Roy, en el barrio de Palermo, para "darle todo el apoyo", según fuentes oficiales.
"Estuvimos con el presidente y su esposa y realmente la vemos muy bien, con mucha fuerza y ganas. El presidente le manifestó el acompañamiento que tiene ella y su familia. Que venga el presidente provoca una gran emoción en un policía herido. Fue una charla muy amena, hablaron unos minutos y ella le pidió tomarse una foto", comentó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Villarreal fue baleada por delincuentes que intentaron liberar a un preso de la comisaría 1 de San Justo el lunes a las 5 de la madrugada. La sargento está estabilizada y su evolución es buena, pero aún no puede mover las piernas debido a que la bala dañó su médula, por lo que su pronóstico es reservado.
Villareal tiene, además, distintas lesiones graves en distintos órganos ya que una bala "entró por la tetilla derecha, hizo un recorrido enorme, hizo daños por todos lados", según explicó el médico Mario Schusterhoff, director de la Clínica Fitz Roy.
"El mayor problema y preocupación desde el primer día fue el tema de la movilidad porque la médula está bastante comprometida, pero hay esperanzas", indicó.