El paro de subtes contra las reformas impulsadas por el Gobierno, que se extendió durante dos horas, dejó algunos episodios violentos.
Pese a que no hubo incidentes graves, el paro arrancó convulsionado por los empujones entre los metrodelegados y personal de seguridad de Metrovías, que impedían el ingreso a los medios. En medio del tumulto, el representante de los metrodelegados de la línea C, Néstor Segovia, tuvo una brusca reacción contra un hombre y una mujer que se encontraban en las escaleras de la boca de acceso al subte.
Si bien fue un paro programado, las dos horas de parálisis del subte complicaron la mañana de los usuarios.