Jey Mammon: "La plata no vulnera mi esencia"

El humorista vuelve al teatro con el unipersonal que lo hizo famoso hace siete años. Con mucha producción detrás, ya no es aquella apuesta under y a la gorra, sin embargo él asegura que mantiene la frescura.

Jey Mammon: "La plata no vulnera mi esencia"
Jey Mammon

Por Santiago Puddington (spuddington@larazon.com.ar)

Muchos lo comparaban con Fernando Peña, por su estilo rebelde y sin filtro, por sus personajes y su irreverencia para hacer reír. Pero rápidamente su nombre (artístico) se ganó un peso propio. Tenía esa mística del under, del humor de nicho que se burla de los famosos y con su bizarra Estelita, una suerte de diva con barba que lograba estruendosas declaraciones de las estrellas en sus entrevistas, se volvió conocido al punto tal que llegó un momento en que eran las figuras de la farándula las que pedían ir a su show a contar intimidades. Sin proponérselo, Jey Mammon se convirtió en uno de ellos, ingresó a ese mundo: la tele, la radio, la temporada de verano en Villa Carlos Paz y, este año, el "Bailando", pero había una espina clavada y una necesidad de volver a ese espacio en el que todo empezó. Aunque suene raro, en su momento de mayor exposición, Jey encontró el tiempo que no tuvo hasta ahora para volver a su primer amor y mañana regresa con "¿Dónde está Jey Mammon?", porque en el teatro "es donde soy más libre".

"Es volver a los orígenes en un espacio donde me siento feliz, la radio y el teatro para mí son los lugares donde yo tengo más libertad. Así que volver a allí y hacer mis canciones es de lo más lindo que me puede pasar", confiesa a La Razón este humorista que se dio cuenta de su verdadera vocación cuando tocaba en una banda y sus propios compañeros le hicieron asumir que lo suyo estaba más vinculado a las risas.

¿Cómo decidiste volver a las tablas?

Hace rato que lo venía pensando porque es algo que nunca quise dejar de hacer, pero todo lo que me vino en la vida hizo que tenga que frenar un poco el espacio en teatro. Las cosas que fueron saliendo me generaron la asignatura pendiente de volver al teatro. Siempre estuvo la posibilidad de volver y nunca la concreté, esto es algo que vengo esperando hace mucho tiempo.

¿Y cómo se renueva este espectáculo después de algunos años?

Los textos son nuevos y hay algunos personajes nuevos también. El que ya vino a verme va a encontrar otra cosa. Además, con el crecimiento que tuve en mi carrera a lo largo de siete años siento que estoy mejor. Hay un director como Diego Reinhold, una productora (Dabope) y todo un contexto que hace que el crecimiento se vea en todo sentido.

¿Necesitabas un director después de tanto tiempo con esta obra?

Es una gran pregunta pero la verdad es que lo que me sirve y me parece fundamental es la mirada de afuera. No soy objetivo, yo estoy enamorado de mis personajes y por ahí cuando te enamorás estás ciego. Hoy este espectáculo se hace de otra manera, todo tiene que ver con madurez y crecimiento: ya hay un vestuarista y mucha gente laburando. Antes era todo muy croto.

A veces cuando algo del under tiene otro apoyo se lo acusa de perder la esencia...

Creo que en el teatro y la radio nunca se vulnera la escencia de alguien, eso puede pasar en tele, pero en teatro uno es auténtico por más que ahora tenga más plata en producción. El público te viene a ver y está la posibilidad de ser uno mismo, no le tengo miedo a la presión, al contrario me da miedo no ponerme los límites necesarios.

¿Pensaste alguna vez que esta obra te iba a llevar tan lejos?

No, de hecho cuando hacía a Estelita y las entrevistas a los famosos, yo pensaba en la fama como un mundo más virtual y la verdad es que me di cuenta de que todo es más real de lo que parece. Yo lo veía todo muy irreal, como que el famoso no existía, era algo lejano y ahora al formar parte creo que es todo mito y la realidad es mucho más tranquila, son todos muy normales.

¿Vos cómo sos como famoso?

Soy real, me divierto. Voy aprendiendo porque estar con Tinelli te da mucha popularidad y aprendés de eso. Todos en la calle te hablan de lo que te pasa día a día y es parte del trabajo conectarse con los que te miran. Igual no me lo tomo demasiado en serio creo que la vida real pasa por otro lado.

¿Y el ego?

Lo negativo es cuando está mal acomodado y eso es un problema, pero si vos tomás todo como real y cuando te gritan “genio” por la calle te lo creés, bueno te lo tenés que creer también si te dicen que sos un pelotudo. Yo trato de que no me repercuta, de hacer cosas que me parezcan graciosas a mí. Si yo me divierto me quedo tranquilo.

Antes del humor tenías una banda ¿dónde quedó el Jey músico?

Es una forma de comunicarme la música, aunque siento que soy músico antes que nada. La banda estuvo antes del unipersonal, me sirvió para expresarme hasta desde lo personal y tener más libertades y decir cosas a través del humor que son reales, te ayuda a exorcizar. Tengo el piano en el show y volveré algún día a tocar en una banda, nada está cerrado.

En tu espectáculo hablás de tu pasado como catequista, tus diálogos con Bergoglio y la discriminación de la Iglesia, ¿sufriste algo así también en los medios ?

Yo hablo de mi pasado con humor, no tengo bronca guardada, pero creo que la homofobia existe en la sociedad y no tanto en los medios. A veces pasa que es políticamente correcto no ser homofóbico y, aunque a veces no lo piensen, los medios terminan siendo los más abiertos. La realidad de la discriminación está en la calle, los boliches o la familia.

Jey en el Teatro Ludé

Con producción de Dabope y la dirección de Diego Reinhold, Jey regresa con su espectáculo "Dónde está Jey Mammon", en el Teatro Ludé (Montevideo 842), los jueves a las 21. Allí, el humorista presenta a "Estelita", "Topu", el locutor "Langalda", "El ratoncito faivel" y el Padre Mario. Música en vivo, humor y entrevistas a invitados especiales. Localidades desde $300.