Una adolescente de 13 años denunció que había quedado embarazada como consecuencia de la violación de su padrastro para que se le practicara un aborto, pero finalmente se reveló que era mentira.
La Cámara del Crimen revocó el procesamiento contra el hombre y dispuso su inmediata libertad, aunque no lo sobreseyó todavía sino que le dictó la "falta de mérito" a la espera de la realización de nuevas pruebas.
La situación eclosionó cuando la chica acudió al Hospital Piñero para interrumpir el embarazo, de acuerdo con lo establecido por un fallo de la Corte Suprema ante casos de violación.
En el hospital, la pequeña dijo "que había sido abusada sexualmente por su padrastro en el mes de febrero pasado, durante una noche en que (su madre) se ausentó del domicilio" situado en una "villa de emergencia".
Pero cuando fue indagado el presunto violador, "no solo negó ser responsable de esa conducta, sino que dio cuenta de que la niña mantenía relaciones sexuales con su vecino de la casa lindera, también menor de edad".
La menor de edad y su padrastro fueron sometidos a un careo, y en esa circunstancia la primera reconoció que había mentido.