"Nos propusieron utilizar los espacios abiertos en las escuelas y nos parece perfecto", contó Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, sobre la reunión que mantuvo el lunes con su par nacional Nicolás Trotta. Allí la Ciudad propuso una vuelta paulatina a las clases presenciales, pero en espacios abiertos.
Acuña indicó que aún tienen diferencias en "el cuándo y el cómo", pero se mostró positiva sobre los avances alcanzados en el diálogo, dijo en radio La Red.
"Ayer presentamos un protocolo. El equipo de educación de Trotta lo analizó y nos hizo algunos cambios y sugerencias, y veremos de ajustarlo para que los chicos estén seguros", contó.
Según publicó La Nación, Acuña destacó que Nación y ciudad de Buenos Aires se pusieron de acuerdo el lunes en "tres cosas importantes".
Primero, "poner siempre el acuerdo por delante", ya que hay "dos jurisdicciones que entienden que es importante volver a la presencialidad, con diferencias en el cuándo y el cómo".
Segundo, "establecer prioridades, que en este caso tienen que ver con aquellos que en el primer semestre del año no pudieron continuar con su escolaridad". Se refiere a los 6500 chicos porteños que no tuvieron contacto con la escuela desde el inicio de la pandemia por falta de conectividad.
En tercer lugar, destacó que ambas partes están "convencidas de que es importante y necesario volver a espacios de presencialidad", y que se "van a definir indicadores epidemiológicos que den cuenta de cuándo podemos dar el siguiente paso".
La ministra aseguró que entiende que "no es momento todavía para abrir todas las escuelas, a toda hora", pero sostuvo: "No por eso vamos a dejar de buscar otras alternativas. Empezamos por estos 6500 chicos, pero nosotros queremos seguir avanzando con otros grupos prioritarios y pensamos que estamos en condiciones antes de fin de año, para que todos los chicos puedan tener instancias de presencialidad".
La palabra de Trotta
Sobre los niños que no tuvieron conectividad en estos meses, el ministro nacional apeló a entregarles computadoras.
"Le pedimos al gobierno de la Ciudad que los visite. Hicimos un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires para tener promotores educativos y también tenemos computadoras listas para ser entregadas a esos chicos", dijo Trotta..
"La curva de contagio en la Ciudad bajó, pero sigue alta. No es una cuestión de deseo, sino de responsabilidad. La situación en el AMBA es compleja aún", agregó.