Este miércoles se conocerá la sentencia al pediatra Ricardo Russo en el marco de la causa en la que se encuentra acusado de distribución, tenencia y producción de pornografía infantil.
Entre la batería de argumentos que utilizó para defenderse, se destaca uno según el cual el programa eMule compartió archivos que él había eliminado y que tenía en la papelera de reciclaje, con lo cual él estaría exento de culpabilidad.
El programa eMule fue lanzado en el año 2002 y en su momento la tecnología que utilizaba (el peer-to-peer, o P2P) era bastante popular y era utilizado por varios softwares, por ejemplo, el Ares. Incluso hoy sobrevive con la tecnología de los torrents.
El P2P consiste en una red de intercambio de archivos, a partir de la cual un usuario baja el programa y comparte con los demás usuarios una carpeta dentro de su computadora. Entonces, por ejemplo, un usuario tiene en esa carpeta un archivo de video que se llama "El Padrino" y todos los demás usuarios pueden bajarlo a sus propias computadoras, sin pasar por ningún servidor intermedio.
Una de las desventajas, es que el nombre del archivo puede no coincidir con el material que efectivamente contiene.
Según expertos consultados por Clarín, la probabilidad de que eMule haya compartido material de la papelera de reciclaje es remota.
Cristian Borghello, especialista en seguridad informática del portal Segu-Info, sostuvo que al momento de instalar el programa, eMule consulta qué carpeta se quiere compartir. Sin embargo, existe la posibilidad de que un usuario no preste atención y acepte involuntariamente compartir determinados archivos.
Por otra parte, es "poco probable" que eMule comparta archivos de la papelera de reciclaje, sostuvo el experto y agregó: "La papelera sí es un lugar habitual en donde quien tiene algo que ocultar, lo oculta. Es un modo de poder argumentar 'a esos archivos yo los borré' y a la vez seguir teniéndolos a disposición con solo hacer un par de clics".
"Y como lo que uno baja vía eMule va de modo automático a la carpeta de los elementos a compartir, uno podría haber recibido y estar compartiendo un material determinado pensando que se trata de otro", sostuvo Borghello.
Desde el punto de vista legal, Daniel Monastersky, abogado especializado en delitos informáticos, sostuvo que si Russo asegura que compartió los archivos "sin querer", la Justicia deberá demostrar lo contrario cotejando sus dichos con mensajes de WhastApp, pericias informáticas, testigos o cualquier otro recurso que lo desmienta.
Sin embargo, estar en posesión de pornografía infantil ya constituye un delito en sí mismo.
Russo llegó a juicio acusado de haber distribuido 336 videos de explotación sexual infantil facilitados a través de la red eMule, de tenencia con fines inequívocos de distribución de 964 fotos y 68 videos de menores de 13 años realizando actividades sexuales explícitas, y de haber producido 5 sesiones fotográficas de niñas exhibiendo sus partes genitales, a lo que se suman 220 imágenes tomadas a chicos en lugares públicos haciendo foco en la zona íntima.
La fiscal Daniela Dupuy pidió 10 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer al exjefe de Inmunología y Reumatología del Hospital Garrahan y además solicitó que permanezca detenido sin el beneficio de la prisión domiciliaria hasta que la condena quede firme.