Un empresario fue condenado a 18 años de prisión por abusar sexualmente de una nena de 6 años en su oficina de San Telmo. Kurt Gwerder comenzó a ser juzgado en agosto por los hechos ocurridos entre febrero de 2015 y enero de 2016.
El empresario le pagaba a la madre de la menor, que la entregaba al hombre en Tacuarí e Independencia, en San Telmo. Gwerder, de 50 años, fue encontrado culpable de abuso sexual agravado por ser gravemente ultrajante y por estar encargado de la guarda de una menor, cometido en forma reiterada y en concurso ideal con corrupción de una menor de 13 años, por el Tribunal Oral de Menores N° 3.
También fue condenada una mujer que entonces tenía 17 años por partícipe secundaria del abuso sexual. Para ella son tres años de prisión en suspenso, tareas comunitarias y tratamiento psicológico.
Según consta en la causa, la madre llevaba a la víctima hacia la esquina de Avenida Independencia y Tacuarí, donde después uno de los dos imputados llevaba a la niña hacia unas oficinas ubicadas sobre la calle Chacabuco, donde se llevaban a cabo los abusos.
En otras oportunidades la nena era retirada directamente desde su vivienda.
Según la investigación, dentro de las oficinas, la niña era obligada a desnudarse por Gwerder, quien la tocaba en sus partes íntimas y le exigía que lo tocara a él.
Además, le sacaba fotos desnuda o con poca ropa, e incluso llegaba a mostrarle videos pornográficos.
También solía subirse encima de la nena y la amenazaba con contarle a sus padres que se portaba mal, si no accedía a sus exigencias, todo en presencia de la otra joven, quien "le sugería a la niña que consintiera las demandas del imputado".
De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, el 23 de febrero de 2015 la menor ingresó al hospital Argerich del barrio porteño de La Boca por dolores en la zona genital, por lo que sus hermanas denunciaron los abusos sufridos y el empresario fue detenido junto a la joven imputada.
En ese entonces, la niña vivió en la localidad bonaerense de Glew con sus hermanas pero luego de diez meses volvió a convivir con su madre.
Desde ese momento, y con Gwerder nuevamente en libertad, el empresario retomó los abusos hasta que el 2 de enero de 2016 la víctima encontró a una vecina en una plazoleta ubicada en Bernardo de Irigoyen y avenida Independencia, y le pidió que no la llevara con su mamá, ya que "la entregaba" a cambio de dinero a un hombre llamado "Pablo".
Tras esto, la nena fue nuevamente trasladada al hospital Argerich, donde fueron constatadas distintas lesiones.
Los forenses que analizaron posteriormente a la niña concluyeron que tenía un "alto grado de compromiso en su desarrollo psicoemocional, asociado a situaciones de vulnerabilidad psico-social, escasa contención y exposición a situaciones de riesgo", y que presentó "signos y síntomas compatibles con un estrés pos traumático", relacionado con un posible abuso sexual.
Además, en el informe explicaron que los abusos que habría sufrido la víctima tenían entidad "como para desviar el normal desarrollo no sólo sexual sino de la personalidad global de cualquier persona".