Un grupo de mujeres privadas de libertad alojadas en una cárcel de Azul entregaron en las últimas horas 300 tapabocas, que forman parte de un acuerdo con el municipio local para confeccionar 4.700 más, que serán entregados en diferentes etapas a Comisiones Vecinales de Azul.
Las mujeres detenidas vienen siendo capacitadas desde tiempo atrás y están abocadas a producir elementos para la comunidad, como estos 5000 tapabocas, en entregas semanales de 300 cada viernes, para ser distribuidos entre la población azuleña.
No es la primera actividad solidaria de las internas ya que en otras ocasiones han colaborado con la confección de pijamas para los pequeños que viven en el Hogar “Sagrado Corazón”, pelucas para pacientes oncológicos y mobiliarios para jardines de infantes.
“Las máquinas que utilizan han sido provistas e instaladas por la Subdirección General de Trabajo Penitenciario del SPB y las personas privadas de la libertad donan su labor, en una conjunción beneficiosa para todos desde todo punto de vista”, explicó Verónica Marinangeli, directora de la Unidad 52, y agrega que “las internas que participan en el taller textil son seis quienes están capacitadas para manejar las máquinas ya que anteriormente se les dio una capacitación de corte y confección. Permanentemente notamos que ellas trabajan con mucho entusiasmo y se sientes muy felices cuando saben que lo que están haciendo sirve para colaborar con la sociedad”.
“Las detenidas se reúnen en el taller todos los lunes, miércoles y viernes en el horario de la mañana, siempre con muy buena actitud y sabiendo que se están preparando en una herramienta como es una formación laboral que les será de mucha utilidad en su futura reinserción en la sociedad”, explica la jefa de Talleres de la Unidad 52 Azul, Yanina Selaya.
El Jefe del Departamento Regional de Cultura Laboral, Subprefecto Claudio De Gregorio, dependiente de la Subdirección General de Trabajo Penitenciario explicó que “estas actividades solidarias que se llevan a cabo dignifican a la persona en situación de encierro y además las preparan para una mejor inserción laboral en el medio libre al cumplir su condena”.
La experiencia solidaria se desarrolla en el taller textil de la Unidad 52 del Servicio Penitenciario Bonaerense bajo estrictas medidas de bioseguridad, con materiales provistos por el municipio, en el marco del programa “Más Trabajo, menos Reincidencia” que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.