De viaje junto a su hija por Francia, Ximena Bengolea descubrió la ruta de la lavanda en la Provenza e inmediatamente quedó fascinada. En Europa, se desarrollan fragancias, cremas, helados, aceite y todo tipo de emprendimientos, y ahí fue que le cayó la ficha: ¿por qué no soñar algo similar para Azul?
Al llegar a la Argentina, Bengolea, que trabaja en comunicación y en capacitación de personal, empezó a contarle su idea a amigas y conocidas, y se dio cuenta que había mucha gente que podía encajar en el proyecto.
"Empecé a investigar quién cultivaba lavanda en Azul, a contactar diferentes personas que les podía interesar el tema. Desde chicas que hacen velas con lavanda, fragancias, gente que trabaja en comunicación y emprendedores en general. Gente con ganas de hacer contactos y sinergia para desarrollar esta idea", cuenta orgullosa Bengolea.
Otra gran sorpresa para la emprendedora fue la cantidad de lavandas que ya está en los frentes de las casas y lugares públicos de Azul. "Si Azul se llamó así por las flores de borraja en su arroyo, ¿por qué no que sea también por la cantidad de lavandas azules que decoran sus veredas? Ojalá el entusiasmo que estamos generando contagie a muchas más", agrega Ximena.
De esa manera nació "El club de la lavanda", un encuentro de mujeres emprendedoras que ya lleva dos reuniones y del que participan desde agrónomas, productoras rurales y decoradoras hasta artesanas y mujeres con perfiles muy distintos, pero con muchas ganas de generar proyectos.
"La lavanda es solo una idea de este nuevo club. La idea es que cada una de las mujeres que participa cuente que está emprendiendo o que productos ofrece para hacer sinergia entre todos", asegura Bengolea, quién también creó un grupo de Facebook que ya tiene 60 integrantes fanatizadas con la planta y sus derivados.
INTRODUCCIÓN A LA LAVANDA
Con toda esta movida y entre tanto entusiasmo, este sábado a las 14 habrá una clase teórica práctica de introducción a la producción de lavandas en la Facultad de Agronomía de la Unicen, a cargo de la ingeniera agrónoma Liliana Tanoni y la profesora Laura Ottonello.
"La jornada va a consistir en una introducción a lo que es la producción de lavandas con el objetivo de producir o para flores deshidratadas, o bien para la obtención de aceite esencial. Nosotros estamos teniendo una experiencia de prácticamente cerca de los 20 años de evaluar distintas genéticas para el ambiente agroecológico de Azul", explica Tanoni en diálogo con Vía Azul.
"Vamos a hacer una destilación de lavandas para que se vea como se obtiene el aceite esencial y estaremos pendiente de lo que es la preparación del suelo, los cuidados que hay que tener, el cuidado del material genético a elegir y el momento de cosecha de acuerdo al objetivo de producción", agregó la ingeniera agrónoma.