Desde que comenzó la Pandemia del Coronavirus no solamente en nuestro país, sino a nivel mundial, uno de los lugares más complicados fueron las residencias de adultos mayores, donde en algunos centros del mundo fueron muchas victimas fatales en los residentes.
En Arroyito, Residencia Amaneciendo Hogar para Adultos Mayores es uno de los centros que a nivel nacional no registró ningún caso de Coronavirus y que lucharon de manera unida, los abuelos que viven allí, personal de salud que trabaja en la residencia, autoridades administrativas y familiares de los residentes.
Vía Arroyito dialogó con Héctor Escobar titular junto al Dr. Gerardo Galimberti de la Residencia Amaneciendo quien nos comentaba “Lo primero que identificamos junto al Equipo Medico encabezado por el Dr. Gerardo Galimbertti fue la necesidad de actuar rápidamente y ocuparnos de inmediato, Entendimos con rapidez que lo que venía por delante implicaría un enorme desafío, con una enorme cuota de incertidumbre, para lo cual debíamos prepararnos muy rápidamente valiéndonos de la información y las herramientas con las que en ese momento disponíamos. La clave fue tomar el tema con mucha responsabilidad y ocuparnos día a día, adaptarnos a cada necesidad e ir perfeccionando los procedimientos y cuidados. Cada día fue y es una pequeña batalla ganada contra esta pandemia”.
Cabe destacar que en ese momento, todos íbamos conociendo poco a poco que era el Covid-19 y la incertidumbre era mucha “Lo primero que hicimos fue desarrollar un estricto protocolo de bioseguridad que regula todas las actividades de la Residencia con la finalidad de minimizar riesgos. Este protocolo fue y es permanentemente revisado. Una semana antes de que el Gobierno estableciera la cuarentena ya habíamos suspendido las visitas de familiares y de todo el personal tercerizado. Estas acciones fueron muy difíciles de tomar porque los Residentes necesitan del contacto físico de sus familiares. Y en este aspecto queremos reconocer el permanente apoyo de los familiares con quienes se consensuaron muchas de estas medidas, acompañando cada decisión con paciencia y entereza. Sin ellos hubiere sido muy difícil seguir adelante”.
Escobar agregaba respecto a los más afectados que eran los familiares “lo tomaron con una enorme predisposición. Apoyando cada decisión, dándonos sus bendiciones y fuerza y con la convicción de que todo lo que se hacía tenía como finalidad cuidar lo más preciado: la salud de sus familiares. Por ello es que estaremos siempre agradecidos por su acompañamiento permanente”.
Lamentablemente el mundo mostró que los más afectados por la crudeza del Covid-19 fueron los mayores de edad, nuestros abuelos y había una gran responsabilidad en el personal que tenía que atenderlos “se generaron “burbujas de trabajo”: grupos fijos de colaboradoras con horarios y días establecidos de trabajo y descanso lo que nos permitió bajar la rotación de personal cada semana y con ello disminuir el riesgo de contagios o infecciones con virus. Estos grupos de trabajo fueron hisopados semanalmente lo que nos permitió generar un espacio “Libre de Covid” en la Residencia. Ello implicó una fuerte inversión en este sentido para llevar adelante este plan de trabajo, y un enorme esfuerzo de las colaboradoras quienes debían hisoparse semanalmente”.
“Se generó un estricto protocolo, supervisado permanentemente respecto de su cumplimiento que prevé entre otras acciones, la sanitización al ingreso y durante la permanencia en la Institución y de los residentes de manera programada, así como de todos los alimentos y materiales que ingresan a la Institución. También el uso de mascaras, barbijos y otros elementos de protección y la limpieza permanente con productos domisanitarios. Además de ello se llevaron adelante desinfecciones integrales de la Institución con una empresa especializada, utilizando productos adecuados para la desactivación del Covid-19. Aun hoy continuamos con este programa de desinfecciones regulares”.
Fueron muchos los factores que hicieron de esta Pandemia que aun continúa, una de las más duras respecto de cuidados y de acciones que debían tomarse y uno se pregunta si flaquean las fuerzas “en algunos momentos la incertidumbre fue muy alta, por ejemplo respecto del momento en que se podría comenzar a disponer de vacunas, la aparición de nuevas cepas y el nivel creciente de contagios que comenzaron a tener otras Residencias y Geriátricos en todo el país. La incertidumbre genera ansiedad y por supuesto preocupa. Pero en cada momento redoblamos esfuerzos, nos encomendamos a Dios que siempre sabe lo que hace y nos ocupamos día a día. En este sentido quiero reconocer el trabajo de cada una de las colaboradoras de la Institución que con enorme esfuerzo relegaron tiempo en familia, fueron responsables dentro y fuera de la Institución, afrontaron riesgos, y dieron lo mejor se sí para cuidar a cada uno de los Residentes”.
Luego de todo este tiempo, aguardando la vacuna y con la llegada de la misma Héctor nos decía “se vive con una enorme satisfacción y alegría. Esperamos con ansias este momento como así también sus familiares. Pero sabemos que esto no termina aquí con la aplicación de la vacuna y debemos seguir cuidándonos cada día más. En lo personal creo que falta mucho todavía para que la pandemia ceda y podamos acostumbrarnos a una nueva normalidad que nos permita flexibilizar algunas medidas y estar al menos un poquito más tranquilos”.
Y no es menor que sea uno de los geriátricos a nivel país que no registró ningún caso “No creo en las casualidades. Trabajamos mucho realmente para evitar contagios y para llegar a esta instancia, pero a veces eso no alcanza. Igualmente vivimos con enorme alegría, orgullo y compromiso no haber registrado casos de Covid-19, y sin duda es un premio al esfuerzo de todo el Personal de la Institución, los Residentes, sus familiares y la Dirección Medica”.