En marzo se registraron nuevos aumentos en el precio de la carne en todo el país y desde las carnicerías y frigoríficos acusan que se debe a la suba de los costos, entre los que se encuentran impuestos e insumos.
En diálogo con Vía País, Diego Salvo, socio de la Cámara de Empresarios y Comerciantes de Carnes y sus Afines del AMBA (CECCAM), explicó que se debe a que está “faltando carne” y que “se está exportando demasiado”. Asimismo, resaltó que la inflación, los impuestos, los insumos y las cargas sociales atentan contra los precios de la carne.
No obstante, los precios también depende de las zonas: en una carnicería de Belgrano, donde se paga un alquiler más alto, un corte como el asado está $750, mientras que en Mataderos se consigue a $600.
Entre los cortes que más aumentaron, se encuentran el pollo, que se consigue a un valor que no alcanza los $170 por kilo, y la entraña o el lomo llegaron a los $1000 en algunas carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires.
“La carne es lo más barato que hay, si lo comparás con otras cosas como la pizza. Es que en la Argentina se consume mucha carne, no es tan cara”, consideró Salvo.
Y agregó sobre el lanzamiento del Gobierno de cortes a precios populares: “No estoy de acuerdo. El corte del asado que ofrecen son gordos, no hay buena mercadería y son las que llevan a los supermercados grandes, no es la misma que llega a las carnicerías de barrio”.
Cabe destacar que el asado de tira fue el corte mayor demanda dentro de la oferta de cortes que integran el programa: se llevó el 25% de ventas en la primera semana de vigencia según fuentes oficiales.
El precio del asado
¿Puede llegar a $1.000 el kilo de asado antes de mitad de año? “Sería una locura, nos tendríamos que ir del país”, enfatizó Salvo.
En las carnicerías, este corte se consigue desde $500 hasta $800, pero se encuentra en un momento en el que no hay gran demanda. “No se está consumiendo mucho, Los restaurantes están trabajando a un 30%, no hay fiestas grandes ni peñas y encima no se exporta. Se está acumulando”, expresó.
“El asado se tienen que mantener en 600 pesos”, cerró sobre uno de los cortes preferidos de los argentinos.