En medio de la pandemia de coronavirus y las incontables vidas que se perdieron, hay historias que traen esperanza y otras que asombran. Un caso que generó ambas reacciones es el de la monja francesa Lucile Randon, conocida como la Hermana André, que venció al Covid-19 a los 117 años.
Según informó el periódico local Var Matin, dio positivo por coronavirus el pasado 16 de enero y, desde entonces, quedó aislada en el cuarto que ocupa en la residencia de ancianos de Sainte Catherine Labouré, situada en Toulon, en el sur de Francia.
“Ni siquiera me di cuenta de que estaba infectada”, aseguró Randon, que fue asintomática, al igual que la gran mayoría de los residentes contaminados en esa misma casa de reposo.
Personas cercanas a la monja explicaron que “la soledad le pesaba mucho” durante la cuarentena, ya que no pudo asistir a las misas dominicales.
“Alojar a la anciana europea más longeva es un orgullo y al mismo tiempo una inmensa responsabilidad”, expresó a ANSA David Tavella, responsable de comunicaciones de la residencia. Además, el hombre dice estar “muy apegado” a la nueva heroína, reveló que la religiosa “no mostró temor a la enfermedad” y que “por el contrario, siempre se mostró “muy preocupada por los demás vecinos”.
Randon es considerada la persona más longeva de Europa: nació el 11 de febrero de 1904 en Alés, Francia. Además, es la segunda la segunda persona viva verificada más anciana del mundo, apenas por detrás de la japonesa Kane Tanaka, nacida el 2 de enero de 1903
Con información de EFE y Télam.