Un estudio publicado por médicos argentinos en la revista científica The Lancet concluyó que más del 57% de los pacientes con coronavirus que ingresaron a terapia intensiva finalmente fallecieron.
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El informe se hizo sobre 1909 personas con Covid-19 que requirieron internación en unidades de terapia intensiva, desde su ingreso a las UCI hasta que recibieron el alta o murieron. También describieron que los pacientes eran en su mayoría mayores de edad y hombres y que tuvieron síntomas durante una aproximadamente cinco días antes de su llegada al hospital, y permanecieron en promedio un día internados antes de ser derivados a terapia intensiva.
“Lo que encontramos fue que la mortalidad fue creciendo a lo largo de los meses entre abril y octubre; esto se calculó como porcentaje de fallecidos sobre los que ingresaban a Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en cada mes”, explicó a Télam la médica intensivista Elisa Estensoro, autora principal del estudio.
Según precisó la especialista, la mortalidad en UTI de abril fue del 47%; en agosto del 62%; en septiembre del 65% y en octubre del 61%; el promedio de todo los meses fue del 57%.
“En principio uno podría pensar que la mortalidad fue mayor en los últimos meses porque los pacientes estaban más graves pero no es así. De hecho los pacientes estuvieron más graves al principio según los parámetros que usamos en UTI en base a dos escalas que contemplan distintos indicadores”, describió Estensoro.
La autora del trabajo señaló que “sorprendió encontrar que la mortalidad fuera mayor en los meses más avanzados de la pandemia porque lo que esperábamos ver es que hubiera disminuido por el aprendizaje sobre cómo tratar a los pacientes, pero no fue así y por el contrario aumentó”.
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“Lo que se lee de esta situación y de otras experiencias en el resto del mundo, particularmente de trabajos realizados en hospitales de Estados Unidos e Italia, es que en los meses de los picos de la pandemia la mortalidad tiende a subir como reflejo del estrés del sistema de salud”, detalló.
Estensoro describió que, “si bien en Argentina no hubo colapso del sistema sanitario durante la primera ola y tampoco tuvimos personas con asistencia respiratoria mecánica (ARM) fuera de las UTI más que en los momentos previos a su ingreso en terapia intensiva, el sistema sanitario tuvo momentos de muchísimo estrés”.
Entre las razones de esta situación durante 2020, destacó “la reducción de personal como consecuencia de que se enfermaba o tenía que ser aislada, la ocupación cercana al 100% en algunos momentos, y que los pacientes con patologías como la Covid requieren mucho trabajo”.
Con información de Télam