Tras la decisión del gobierno de Formosa de volver a la fase 1 del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) en la capital provincial por la aparición de nuevos casos de Covid-19, cientos de vecinos salieron a las calles a rechazar la medida, lo que generó incidentes con la Policía local, que respondió con gases y balas de goma.
Fuentes oficiales confirmaron que hubo 93 personas detenidas y 12 efectivos de la Policía de Formosa heridos ,entre ellos 13 menores y una periodista. Un oficial se encuentra en grave estado, debido a un traumatismo de cráneo provocado por el impacto de una piedra.
El anuncio del Gobierno contempla la suspensión de todas las medidas de relajamiento de las flexibilizaciones. Ya caducaron todos los certificados de circulación y solo se permitirá transitar en la vía pública a los trabajadores esenciales, entre ellos, personal de salud, docentes y empleados del sector público nacional.
Las protestas comenzaron este viernes por la mañana con la convocatoria de distintos sectores provinciales en rechazo de la decisión del gobernador, Gildo Insfrán. Los primeros enfrentamientos se dieron en los alrededores de la Casa de Gobierno, ubicada entre las calles Belgrano y José María Uriburu, ante el intento de los manifestantes de ingresar por la fuerza al edificio.
Al grito de “Queremos trabajar” cientos de comerciantes y gastronómicos se movilizaron. “No tienen un sistema sanitario para sostener contagios y quieren encerrarnos como único método de prevención. Son un desastre” replicó el dueño de un local de artículos electrodomésticos.
La ola de protestas siguió con un repudio nocturno de porteños que se solidarizaron con el pueblo formoseño y marcharon a la puerta del departamento de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en el barrio de Recoleta, bajo el lema “Formosa libre ya”.
Desde la oposición repudiaron la “feroz represión que ordenó el gobernador Insfrán contra ciudadanos que se manifestaban por el derecho a trabajar y por la libertad”. A través de un comunicado, el interbloque de senadores de Juntos por el Cambio exigió que el gobierno nacional tome cartas en el asunto para garantizar de manera urgente “los derechos fundamentales vulnerados”.
Por su parte, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación rompió el silencio y repudió la “violencia ejercida por integrantes de la policía provincial de Formosa sobre los manifestantes que se concentraron en la jornada frente a la Gobernación”. Así y todo, habló de “una campaña de desprestigio” contra Insfrán.
“La permanente campaña de desprestigio llevada adelante por los medios hegemónicos de comunicación sobre el gobierno provincial, el constante boicot a las medidas sanitarias excepcionales para hacer frente a la pandemia, el uso político que algunos sectores de la oposición hacen de estos hechos y la violencia desmedida de algunos manifestantes, que incluso intentaron ingresar a la Casa de Gobierno provincial, no justifican el uso desproporcionado de la fuerza policial en la represión de la protesta”, sostuvo la Secretaría en un comunicado.