Ante la llegada de la segunda ola de la pandemia, y teniendo en cuenta que desde el Gobierno nacional se endurecieron ciertos controles, en la Provincia de Buenos Aires comienzaN a analizar la posibilidad de tomar medidas restrictivas.
Así lo mencionó Enio García, jefe de Gabinete del Ministerio de Salud bonaerense, quien hizo foco en las actividades recreativas, especialmente aquellas que se desarrollan en lugares cerrados.
“Hay evidencia de que frecuentar espacios cerrados no colabora. Por ahí no hace falta cerrar los bares, sino tratar de que la asistencia sea en veredas, terrazas o espacios abiertos”, explicó al respecto, durante una entrevista radial con AM750.
“Aumentó la ocupación de camas de terapia intensiva y se podría decir que empezó la segunda ola; es una tendencia que no ve posibilidades de ir bajando por lo menos a corto plazo”, agregó.
El objetivo para la cartera es achatar la curva de contagios, para lo que consideran que un buen método sería “aplicar medidas escalonadas”. De esta forma, según García, se evitaría una solución drástica, como la que tuvo que tomar Chile días atrás.
En cuanto a la situación de quienes quieren regresar al país, García señaló que se trata de una “situación compleja”. “Hay que tener el cuidado de que cuando vuelvan, más allá del resultado, cumplan con un aislamiento estricto de 14 días sin salir de casa, si se puede en un hotel, mejor, pero que se cumpla con esa cuarentena”, dijo.
En otro orden, comentó que en territorio bonaerense ya se detectaron las variantes de Manaos y el Reino Unido.
Respecto de cómo avanza la vacunación, el funcionario subrayó que la Provincia puede “ampliar la capacidad, cuando lleguen más dosis”. “Es difícil que uno vaya abriendo postas si no hay más dosis. Si tenemos el suministro más previsible, uno puede planificar mejor y abrir más postas para reforzar. Tuvimos picos de más de 60 mil vacunados en un día, y podemos ampliar eso, en la medida que nos den más previsibilidad sobre la llegada de las dosis”, enfatizó.
