La chef y empresaria Maru Botana está varada en Lyon junto a su familia y forman parte de los tantos argentinos que no pueden regresar al país debido a las restricciones impuestas por el Gobierno Nacional con la llegada de la variante Delta de coronavirus.
//Mirá también: Maru Botana mostró su duro entrenamiento: “Matándome los glúteos”
La empresaria gastronómica habló con el programa “Común y Corriente” (Radio 10) y aseguró que está allí con toda su familia y que no tienen fecha de regreso “porque están cancelando vuelos”.
“Estoy en una casa de una tía en Lyon, en el sur de Francia”, contó la cocinera, quien primero detalló que la casa era “re linda” y se encontraba “en la campiña francesa”.
“Una lástima porque es triste que no puedas volver a tu país. Es insólito que pase esto, pero hay que vivirlo. Yo soy apolítica y siento que es muy difícil gobernar el país, pero siento que hay muchas cosas que son muy especiales y raras”, esbozó como queja.
“Yo trabajo para viajar, es mi gusto, es mi premio. Prefiero eso que comprarme ropa cara o cualquier otra cosa. Esta situación es dificilísima. Yo soy positiva y de pensar que se va a solucionar y vamos a poder volver”, agregó Botana.
Y continuó. “Me da tristeza que cuando pasan estas cosas en la Argentina te dan ganas de irte. Por qué hacen esto. Un país que es hermoso y que lo adoro y me pregunto por qué pasa esto”, insistió.
En el castillo de la tía
Maru contó que su tía es la dueña del lugar donde ella y su familia se hospedan. Además contó que su familiar vive allí con su marido francés, a quien conoció en Pinamar, y ocho hijos.
Según dijo, el lugar tiene 15 habitaciones con dos baños por cuarto, más piscina y cancha de tenis. “Es una locura, un pueblito tan de cuento...”, definió.
“Este lugar donde estamos era un lugar donde se alojaban las tropas de Napoleón. Era un fuerte y se hizo castillo”, reveló. “¿O sea que estás en un castillo ahora?”, le preguntaron. “Sí”, respondió la cocinera muy natural.
También contó que allí existe una huerta pública donde hay desde nueces hasta zucchinis, y que uno mismo debe ir a cosecharlos y luego pagarle a la cooperativa que lo maneja. “El pueblo vende lo que produce”, comentó y agregó que por ese motivo no hay verdulerías.