Después del discurso que brindó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de forma virtual ante la Cámara Federal de Casación, integrada por tres magistrados, para defenderse de la imputación por la causa “dólar futuro”, las fuertes críticas de la mandataria a la Justicia tuvieron su eco en Comodoro Py.
En un alegato dirigido contra dos miembros del tribunal, la vicepresidenta afirmó que la investigación es el mayor ejemplo de la “intromisión y manipulación del Poder Judicial en los procesos electorales y la política argentina” y de cómo muchos magistrados estigmatizan a los dirigentes populares.
La investigación intenta determinar si la expresidenta y exdirectivos del Banco Central, entre otros, causaron un perjuicio económico al Estado y una caída de las reservas mediante la venta de dólares a futuro a un precio menor al valor de mercado.
En el marco de la causa, el juez Claudio Bonadío -fallecido a principios de 2020- procesó a la expresidenta y a varios funcionarios de su gobierno y elevó la causa a juicio oral en 2017. Según la exmandataria, Bonadío es uno de los jueces que ha impulsado contra ella varias investigaciones -algunas por supuesta corrupción- bajo las órdenes de Macri, quien gobernó entre 2015 y 2020.
“Se volvió un discurso político, centrado en una sola cosa que es una pericia que no se trata de la única medida de prueba en el caso”, dijeron fuentes en Comodoro Py según reveló Clarín.
Además, los magistrados afirmaron que “la consigna es resistir los ataques” y que “se trató de un discurso político” con un marcado objetivo por “desprestigiar a la justicia”.
Las críticas de la vicepresidenta se produjeron cuatro días después de que el presidente Alberto Fernández arremetiera contra el Poder Judicial ante el Congreso insistiendo que necesita una reforma, lo que la oposición interpretó como una forma de silenciar a los magistrados que investigan a la exmandataria.
Entre otras cosas, el presidente instó a al Congreso a que “asuma su rol de control cruzado sobre el Poder Judicial”, lo que encendió las alarmas entre los magistrados, que consideraron sus palabras como un intento de desarrollar un plan para interferir en sus decisiones.
“Asistimos a condenas mediáticas instantáneas, sufrimos la discrecionalidad de los jueces en demoras inexplicables y hay manipulación de decisiones jurisdiccionales según intereses políticos”, señaló Fernández ante los legisladores.