Antonella Sicomero tenía 10 años y vivía en la localidad italiana de Palermo con sus padres y su hermana pequeña. El jueves por la tarde fue al baño sola y se llevó el celular. Al cabo de un rato, su hermana más chica la encontró muerta, colgada con el cinturón de un albornoz del toallero.
Tenía tres cuentas en redes sociales y era especialmente activa en TikTok, la popular plataforma entre adolescentes y jóvenes. La policía sospecha que pudo tratarse de uno de esos retos macabros que circulan habitualmente, como el “Blackout challenge”: un peligroso desafío viral que consiste en comprobar quién es capaz de dejar de respirar más tiempo.
De acuerdo a la hipótesis policial, la absurda iniciativa le habría causado el consiguiente desmayo y más tarde un coma a la niña, que fue trasladada al hospital infantil Giovanni Di Cristina de Palermo, donde los médicos le comunicaron a la familia que no se despertaría y que podían donar sus órganos, a lo que accedieron.
El delito que investiga la Fiscalía es el de instigación al suicidio. “No sabíamos nada”, explicó el padre de la niña al diario La Repubblica. “Solo sabía que Antonella entraba a TikTok para ver videos. ¿Cómo íbamos a imaginar esa atrocidad?”, aseguró.
Luego de conocerse el hecho, el garante de la protección de datos y la privacidad de Italia actuó inmediatamente y ordenó el bloqueo de la red social china en el país, al menos, hasta el 15 de febrero. La decisión de bloquear una plataforma de videos como esta no tiene precedentes en Italia y abre un debate profundo sobre sus límites y su naturaleza como medio de comunicación.
El órgano competente alegó que el fallecimiento de Sicomero podría desprenderse de la falta de control por parte de la red social, que no es capaz de verificar la edad de sus usuarios. TikTok fija en 13 años el umbral mínimo para ingresar (en Italia son 14 años sin consentimiento de los padres), pero, como la mayoría de las plataformas, no exige ningún documento ni incluye ningún sistema que permita comprobar la veracidad de la información aportada por sus consumidores.
La inscripción de esta niña a la red “no fue rechazada por la empresa” pese a su edad, inferior a los 13 años, el mínimo previsto por TikTok, subrayó el ente de protección de datos.
En diciembre, la misma autoridad de aplicación italiana le había reprochado a TikTok su “escasa atención a la protección de los menores” y la facilidad con la que eludían el límite de edad para registrarse y hacer uso de ella, así como la poca transparencia de la información ofrecida a los usuarios.
La red social, que tiene unos 100 millones de internautas en Europa, emitió un comunicado al conocer lo sucedido. “La seguridad de la comunidad TikTok es nuestra máxima prioridad, estamos a disposición de las autoridades competentes para colaborar en toda investigación”, afirmó.