La deuda pública de la Argentina alcanzó un nivel récord de 343.519 millones de dólares en junio, tras haber aumentado un 5,84% en los últimos 12 meses por emisión de nuevos títulos y acumulación de intereses.
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En consecuencia, se suma a la deuda pública nacional la suma de 18.967 millones de dólares en el último año: unos 1.580 millones de dólares en promedio por mes.
El aumento mensual de junio fue de 2.346 millones de dólares, de acuerdo al informe mensual que elabora la secretaría de Finanzas que conduce Mariano Sardi.
Dicho reporte muestra un gráfico insólito, en el que los datos del stock de deuda están dibujados en una pendiente a la baja, a pesar de que la deuda está aumentando.
Desde que asumió el presidente Alberto Fernández, el stock de deuda pública aumentó en unos 20.454 millones de dólares. El mayor incremento se dio en el período de pandemia, que se inició en la segunda quincena de marzo.
La estrategia definida por el ministro de Economía, Martín Guzmán, viene siendo refinanciar todo lo posible para que no se usen las reservas del Banco Central, que recién en los últimos meses han crecido. Esto es para evitar fenómenos disruptivos que aceleren la devaluación por goteo del peso que el propio Gobierno viene propiciando.
Con el mercado internacional cerrado (por un riesgo país que no baja de los 1.600 puntos básicos a pesar de la reestructuración de deuda en manos de privados), el Gobierno ha optado por emitir títulos públicos en pesos e incrementar la deuda con el Banco Central para financiar el déficit fiscal, que se agravó por los gastos del llamado “paquete Covid-19”.
Movimientos de junio
El 22 de junio se alcanzó un entendimiento con el Club de París por la deuda de 2.437 millones de dólares que no se canceló en mayo. Se acordó la realización de dos pagos parciales en julio de 2021 y febrero de 2022 por 231 millones y 199 millones, respectivamente. El pago del saldo remanente se difiere hasta alcanzar un nuevo acuerdo, con fecha límite en mayo de 2022.
En junio se realizaron tres licitaciones de mercado que resultaron en la colocación de distintos instrumentos por un total 590.860 millones de pesos, de los cuales se suscribieron en efectivo títulos en pesos por 402.512 millones de pesos. El resto correspondió a un canje voluntario de BONCER TC21 por el cual se colocaron BONCER T2X2 y T2X3.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) indica que se estima que los vencimientos para julio totalizan el equivalente a 5.363 millones de dólares. Al excluir las tenencias intra sector público, los vencimientos se reducen a 2.614 millones de dólares, de los cuales 72% se cancela en moneda local.
El derrotero
Al asumir Mauricio Macri en diciembre de 2015, la deuda pública bruta era de 240.665 millones de dólares. Y al finalizar aquel mandato, el pasivo había alcanzado los 323.325 millones de dólares. En cuatro años había aumentado 82.660 millones de dólares.
Por otra parte, la última baja significativa de deuda pública se había registrado entre julio y agosto de 2019, también durante la presidencia de Macri, cuando el stock cayó de 341.958 millones a 310.102 millones.
Ese descenso de 31.856 millones de dólares se dio porque el entonces gobierno de Macri usó reservas para cancelar capital e intereses por un monto de 17.061 millones de dólares en un mes, de los cuales 96% correspondió a cancelaciones de capital.
Las principales amortizaciones que se habían dado en aquel mes mes fueron la cancelación de los bonos emitidos como colateral por operaciones de pase (repo), según un informe de la oficina de presupuesto del Congreso.
No obstante, también operó en aquella baja de la deuda la licuación vía devaluación, dado que el Gobierno de Juntos por el Cambio convalidó una devaluación del peso que alcanzó el 28,3% en treinta días.
Desde aquella baja que se produjo en medio de un recrudecimiento de la crisis de deuda en la que el Gobierno de Macri optó por darle salida a grandes fondos de inversión, el stock del pasivo de la Administración Central no ha parado de crecer y acumula 33.417 millones de dólares.
La deuda de 343.519 millones de dólares se reparte en un 74% en títulos que está emitidos en moneda extranjera y un 26% que fue colocado en pesos argentinos. Esta ecuación que se fue profundizando en los últimos años genera una mayor tensión sobre la capacidad de pago del país, lo que obliga a tener que incrementar las exportaciones para generar las divisas necesarias para pagar.
Y del total de deuda en moneda extranjera, el 79% está en dólares; el 18% son Derechos Especiales de Giro (DEG); el 3% son euros.
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En tanto, de la deuda emitida en moneda local, el 58% son papeles ajustados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) o inflación; y el 42% restante corresponde a títulos con tasas de interés. De estos últimos, el 52% está nominado con tasas fijas; el 37% tiene tasa variable; y el 11% tiene tasa cero.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.