Alberto Samid, el reconocido empresario de la carne, violó la prisión domiciliaria y salió a comer a un restaurante. Un grupo de comensales lo reconoció en el bodegón de Ramos Mejía y lo echaron entre aplausos y gritos.
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Samid debe cumplir un tiempo de cuatro años en su domicilio por formar parte de una asociación ilegal que evadía impuestos. Sin embargo, salió a comer con otras dos personas antes de haber terminado su condena.
Sin barbijo y sin intentar cubrir su identidad, el empresario asistió a un restaurante cerca de su domicilio, “Paja Rota”, en la Avenida de Mayo 836, Ramos Mejía. Se encontraba comiendo un bife con ensalada cuando fue reconocido por dos mujeres que lo reconocieron y lo increparon.
Una de ellas sacó su celular y lo empezó a filmar, pidiéndole que muestre “la tobillera electrónica” que debería asegurar su permanencia en su hogar. ¿No tiene vergüenza de estar acá?”, agregó otro de los comensales del restuarante que se encontraba lleno, a pesar de las restricciones.
Norma fue la mujer que grabó a Samid y que, en diálogo con TN, contó que debido al escándalo que ocurrió en el bodegón, tanto el empresario como sus dos acompañantes se fueron sin pagar y los dueños debieron correrlos para que abonen la cuenta.
“Es una vergüenza que este paseando en un restaurante sin ningun tipo de problemas”, dijo Carlos otro de los testigos. “Se mostraba sobrador”, agregó.
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La condena de cuatro años a prisión domiciliaria fue concedida por el Tribunal Oral en el Penal Económico 1 en junio de 2019. La pena fue por asociación ilícita en el marco de una causa por evasión tributaria. A pesar de que estaba preso en un penal, se le otorgó permanecer en su hogar por su edad y su estado de salud, ya que tiene hipertensión, diabetes y, en ese entonces, padecía un cuadro severo de estrés.
Esta no es la primera vez que Samid incumple la Justicia. Durante el juicio, el empresario estuvo prófugo en Belice, donde finalmente fue arrestado. Por los costos de su captura debió pagar 282 mil pesos.