El anuncio que realizó este jueves el radical pampeano Juan Carlos Marino, de que esta vez, como en 2018, volverá a votar en contra de la legalización del aborto, causó alivio en el sector celeste y zozobra en el sector verde, que ya estaba debajo en el conteo provisorio con vistas a la sesión del martes 29.
Pero la firma de dictámenes de las comisiones Banca de la Mujer, Justicia y Salud, producida el mismo día, horas después, revirtió esa desventaja e inclusive puso a los verdes en una mejor posición en el afán de que la interrupción voluntaria del embarazo por fin este año sea ley.
Es que al dictamen lo firmó la rionegrina kirchnerista Silvina García Larraburu, que en 2018 votó en contra y ahora, a juzgar por esa estampa, votaría a favor.
Eso significa que no solamente que los verdes ganan un voto sino que los celestes pierden uno.
Por eso, el conteo provisorio ahora da 34 votos a favor y 34 en contra con 3 senadores aún indefinidos.
Sin embargo, uno de los 3 indefinidos, el oficialista entrerriano Edgardo Kueider, también firmó el dictamen, aunque con disidencias.
Se supone que la firma del dictamen es un acompañamiento al proyecto y no condicionaría su voto favorable, pese a los reparos que pudiera realizar al articulado, a la hora de realizar la votación en particular.
Si el voto de Kueider se considerara favorable, el tablero quedaría en 35 votos a favor, 34 en contra y 2 indefinidas, que son las senadoras Stella Maris Olalla (UCR-Entre Ríos) y Lucila Crexell (Movimiento Neuquino-Neuquén).
El proyecto de legalización del aborto terminó de debatirse este jueves en las comisiones y, con la firma de los senadores de las tres comisiones que integran el plenario, ya quedó habilitado para ser debatido en la sesión.
El oficialismo, citando a la Casa Rosada, hizo saber que “los números están” para que este año el aborto sea legal, pero cuando uno mira la foto aún no están. Todavía.
Habrá que esperar novedades para los próximos días de las dos senadoras indefinidas y, seguramente, también de aquellos que ya están definidos y podrían modificar su posición.
Resta saber qué peso tendrán las modificaciones al texto que planteó el senador Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), que está a favor de la legalización del aborto y e aliado del Frente de Todos en las votaciones, pero objetó varios aspectos de la sanción de Diputados y señaló críticas respecto de su aplicabilidad.
A estas objeciones adhirió después el senador por Córdoba Ernesto Martínez (Frente Cívico-PRO).
Tras las palabras de Weretilneck, el presidente de la Comisión de Justicia, el ultrakirchnerista neuquino Oscar Parrilli, señaló que, aunque los planteos de Weretilneck y de cualquier otro senador serán tenidos en cuenta directamente en el recinto, algunas cuestiones podrían resolverse en el Poder Ejecutivo con la reglamentación.
En el caso de que el Senado le aplicara cambios a la media sanción, el proyecto debería volver en revisión a la Cámara de Diputados, lo que, pese a la demora, sería una buena noticia para los verdes porque en tal caso no hay riesgo de que caiga la ley. Es decir, ya habría ley, sí o sí.
Pero para eso, antes, deben estar los votos.
El oficialismo busca tranquilizar a las bases y sostiene que la ley va a salir, pero no muestra qué ases tiene bajo la manga. Es lógico: ningún jugador los mostraría antes de tiempo, sobre todo porque todavía faltan 11 días para la sesión.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.