El Banco Central que conduce Guido Sandleris define los últimos detalles de una serie de medidas complementarias al reforzado programa monetario, con el objetivo de capitalizar el mayor poder de fuego que habilitó el FMI y evitar sorpresas en la evolución del dólar.
Según trascendió, las nuevas acciones consistirían en la creación de una red de "market makers" (creadores de mercado) para darle mayor profundidad a las operaciones de la plaza cambiaria y en la extensión de los plazos con los que se licitan las Letras de Liquidez (Leliq).
Aunque ante la consulta de Vía País en el BCRA evitaron pronunciarse al respecto, los rumores comenzaron a circular con fuerza el viernes último entre los principales analistas y operadores del mercado.
Y de confirmarse, las medidas servirían para complementar el nuevo plan que anunció el Gobierno nacional y la autoridad monetaria el jueves pasado: el Tesoro venderá U$S9.600 millones en licitaciones diarias a partir de abril, mientras que el Central aumentará la absorción de pesos y reducirá el ritmo de actualización de la zona de no intervención (pasará del 2% mensual al 1,75%).
Según deslizaron fuentes con acceso a la toma de decisiones en el Central, la intención de crear una red de "market makers" apunta a garantizar el volumen de la oferta a partir de abril, cuando el Tesoro comenzará a colocar U$S60 millones por día.
"Vamos a aprovechar la existencia de esta subasta de mercado para promover la creación de creadores de mercado en el mercado de divisas, algo que no existe ahora. Es algo con lo que estamos hablando con los bancos y lo más probable es que comience junto con las ofertas del Tesoro", plantearon desde la autoridad monetaria, según consignó la agencia Reuters.
Los denominados "market makers" son agentes habilitados oficialmente para definir operaciones de compra y de venta. Su principal objetivo es garantizar la liquidez de las transacciones en un mercado secundario, y suavizar las fluctuaciones de precios.
"Proporcionarían liquidez en un momento en que es posible que, dada la incertidumbre del proceso electoral, el mercado tenga este tipo de dinámica", agregó una de las fuentes anónimas con conocimiento de las gestiones oficiales.
En tanto, la decisión de extender el plazo con el que se licitan las Leliq (actualmente de 7 días) apuntaría a generar una relación más directa entre la tasa de política monetaria y el resto de los rendimientos en el sistema bancario.
Puntualmente, la idea sería que las Leliq se subasten a 30 días y así los bancos contarían con más certidumbre al momento de definir sus esquemas.
Esta posibilidad se habría generado tras los planteos que las entidades financieras realizaron ante el Central para justificar por qué no ajustaron sus intereses a los rendimientos de las Leliq (que la semana pasada se elevaron por encima del 63% para contener los recientes sobresaltos del dólar).
Desde que se puso en marcha la nueva estrategia monetaria del Central en octubre pasado, quedó en evidencia la extrema distancia entre la tasa de las Leliq y de los plazos fijos minoristas.
Un ejemplo de ello es que cuando el rendimiento de las Letras del Central tocó su máximo de 73,52% anual, en octubre, los plazos fijos ofrecían una tasa de 44,3% (29,22 puntos básicos menos). Y cuando la tasa de las Leliq tocó su mínimo de 43,9% a mediados de febrero, la brecha fue de 11,3 puntos básicos. Distorsiones similares se observaron en los plazos fijos mayoristas.