El crucero Norwegian Escape fue atacado por una ráfaga de viento que generó pánico en los 4.500 pasajeros que estaban a bordo. El episodio se dio cuando estaban dirigiéndose hacia Puerto Cañaveral, tras zarpar desde Nueva York, Estados Unidos.
A partir de los vientos de 185 kilómetros por hora, el barco se movió de un lado para el otro, provocado destrozos en el interior de la embarcación y el revoleo de sillas, muebles y mesas.
Hubo pasajeros heridos, mientras que algunos de los que resultaron ilesos registraron con sus celulares el dramático episodio que les tocó vivir.
Por su parte, la empresa salió a dar explicaciones y manifestó que se trató de un cambio repentino de clima. "Fue una repentina y extrema ráfaga de viento, estimada en 100 nudos, lo que provocó que el barco se desviara hacia el lado del puerto", informaron desde la cuenta de Twitter de Norwegian.
También, manifestaron que los ppasajeros y los miembros de la tripulación recibieron "atención médica inmediata".
Además, expresaron que el itinerario del viaje no se modificó y que el crucero ya se encuentra en Puerto Cañaveral.