Mientras transcurría el discurso del presidente Mauricio Macri ante la asamblea legislativa, una mujer joven, de pie, desde uno de los pasillos del recinto, lo interrumpió. "Me robaron la banca", gritaba ante la sorpresa de los legisladores. "Por favor, retirese, usted no puede estar aquí", le ordenó la vicepresidenta Gabriela Michetti. Pese al celoso dispositivo de seguridad -unos 50 periodistas acreditados no pudieron pasar-, nadie aquí podía explicar cómo esa mujer había logrado entrar ya no al edificio, sino a la misma Asamblea Legislativa.
Se trató de Joanna Picetti, exmilitante del PRO y exfuncionaria de Aysa. Picetti fue electa diputada nacional en 2017, pero no pudo asumir en la banca por una denuncia por presunto maltrato a uno de sus hijos.
La mujer ocupó el octavo lugar de la lista de diputados nacionales de Vamos Juntos, que encabezó Elisa Carrió en la Capital Federal. Vedado por la justicia (en una causa aún sin cerrar) su ingreso a la Cámara de Diputados, la banca de Picetti fue ocupada por el radical Jorge Henriquez.