El empresario Osvaldo Acosta, uno de los dueños de Electroingeniería, quedó detenido este lunes por orden del juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la causa sobre la presunta cartelización de la obra pública.
La misma suerte que Acosta afrontó Gustavo Dalla Tea, presidente de Supercemento. Ambos se presentaron esta mañana en los tribunales federales de Comodoro Py para prestar declaración indagatoria en el marco de la investigación que se inició a raíz del testimonio de algunos arrepentidos en la denominada causa de los cuadernos sobre la presunta corrupción durante los gobiernos kirchneristas.
Aunque aún no se conocieron los fundamentos por los que Bonadio ordenó detener a Acosta, el empresario se convirtió en el segundo directivo de Electroingeniería preso: su vicepresidente, Gerardo Ferreryra, continúa privado de su libertad en el marco del caso de los cuadernos.
Acosta y Dalla Tea integran la comitiva de más de 100 empresarios que fueron convocados junto a la expresidenta Cristina Fernández y a otros exfuncionarios kirchneristas por la presunta cartelización de la obra pública.
Este expediente se inició a raíz del testimonio de algunos de los imputados colaboradores en la causa de los cuadernos, donde la Justicia trata de determinar la veracidad de los escritos del Oscar Centeno, el chofer personal de Roberto Baratta (mano derecha de Julio De Vido en el otrora ministerio de Planificación Federal).
Para Bonadio, Cristina Fernández lideró una asociación ilícita para recaudar coimas a empresarios contratistas del Estado que eran beneficiados en las licitaciones de obras públicas.