En medio de un clima de extrema tensión, Rusia, uno de los pocos aliados fuertes de Caracas, salió a criticar los hechos ocurridos el miércoles en Venezuela y denunció una injerencia extranjera en los asuntos internos del país, que podría abrir vía a un "baño de sangre".
"Una injerencia extranjera destructora (...) es inaceptable. Es una vía directa hacia la anarquía y el baño de sangre", dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"Vemos en las acciones descaradas de Washington una nueva demostración de la ignorancia total de normas y principios del derecho internacional", añade el ministerio, refiriéndose al apoyo abierto de Estados Unidos al autoproclamado presidente interino de Venezuela, el opositor Juan Guaidó.
"Exhortamos a los políticos venezolanos razonables opuestos al gobierno legítimo de Maduro, a que no se conviertan en peones de una partida de ajedrez extranjera", continúa el comunicado.
Por su parte, el Kremlin aseguró el jueves que Nicolás Maduro es el "presidente legítimo" de Venezuela, y denunció la "usurpación del poder" por parte de la oposición.
La presidencia interina de Venezuela a cargo de Juan Guaidó es reconocida por Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países de la región, entre ellos Argentina.
"El juramento del opositor 'presidente interino de Venezuela Juan Guaidó y su inmediato reconocimiento por Estados Unidos y otros países busca acentuar la división de la sociedad venezolana, incrementar la confrontación en las calles y continuar la escalada del conflicto", señaló la Cancillería rusa en un comunicado.
Según Moscú, se ha creado de forma premeditadauna "dualidad de poder" en Venezuela, lo que "lleva directamente al caos, a la destrucción de la bases del Estado venezolano".
El comunicado hizo hincapié en que en las "acciones descaradas de Washington" Rusia observa "una nueva demostración de desprecio total de las normas y principios del derecho internacional y un intento de arrogarse el papel de juez de los destinos de otros pueblos".
"Salta a la vista el propósito de aplicar el guion ya probado de derribo de gobiernos indeseados", agrega.
Moscú dijo ver "con enorme preocupación" los avisos de una serie de países "en el sentido de que no se puede excluir una intervención militar desde el exterior", haciendo referencia a los Estados Unidos, y advirtió contra "semejantes aventuras que pueden tener consecuencia catastróficas".
El Ministerio que dirige el canciller Serguei Lavrov subrayó que solo los venezolanos pueden decidir su futuro y tachó de "inaceptable la intromisión foránea destructiva, sobre todo en momentos en que, como ahora, la situación es extremadamente tensa".
"Hacemos un llamado a los políticos venezolanos sensatos que se encuentran en la oposición al gobierno de Nicolás Maduro a que no se conviertan en peones de una partida de ajedrez ajena", subrayó.
Finalmente, concluyó advirtiendo que "la tarea de la comunidad internacional es ayudar al entendimiento entre las diversas fuerzas políticas de Venezuela".