La última carrera de NASCAR en Las Vegas, Estados Unidos, terminó caldeada por el fuerte enfrentamiento a las piñas que protagonizaron los pilotos en boxes.
El incidente se originó cuando el auto de Logano tocó al de Busch con un golpe trasero, lo cual provocó que el agredido pierda el control de su vehículo y se despida de la competencia antes de tiempo.
Furioso por la maniobra, Busch se dirigió a Logano en los pits y le aplicó un potente puñetazo que desembocó en una intensa pelea entre ambos.
Por fortuna, tanto los asistentes de Busch como de Logano intervinieron a tiempo y la situación no pasó a mayores.