Miguel Ángel Talló, el intendente de General Pizarro, una localidad de Salta, hizo un insólito regalo a las vecinas del pueblo para homenajearlas por el Día Internacional de la Mujer.
Compró escobas y cestos para la ropa sucia para todas. "Eso es lo que ellas pedían", aseguró entre risas a una radio local cuando lo interrogaron por su elección. Así pretendió desprenderse de toda responsabilidad explicando que había mandado a la secretaria de Cultura a que les pregunte qué querían y esa había sido su respuesta.
"Hay otras cosas también, pero es lo que necesitan para la casa", justificó después, pero no pudo evitar el repudio generalizado por la carga sexista de los regalos. Sin embargo, no hubo arrepentimiento. Lejos de eso, le echó la culpa a su funcionaria. "Metió la pata entonces", sostuvo.