Al término de lo que se palpitó como un distendido encuentro bilateral con el presidente Mauricio Macri, el jefe de Estado de los Estados Unidos, Donald Trump, se trasladó al Hotel Alvear ubicado en el barrio porteño de Recoleta para firmar con sus pares de Canadá y México el nuevo tratado de libre comercio.
En medio de la frenética agenda de actividades durante su primera visita oficial a la región, el mandatario estadounidense ya se encontraba reunido con el jefe del gobierno mexicano, Enrique Peña Nieto, y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
El objetivo central de esa cumbre tripartita es sellar el tratado comercial conocido como T-MEC, que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que confirmará la continuidad de los convenios multilaterales iniciados en 1994 para promover el intercambio.
El T-MEC fue acordado entre los tres países el pasado 30 de septiembre y tras la revisión legal de los textos del acuerdo se decidió la firma en ocasión de la cumbre de presidentes del Grupo de los 20 (G20) que se realiza en Buenos Aires y que se extenderá hasta mañana.
El encuentro también representará la última actividad oficial del mexicano Peña Nieto, quien luego tiene previsto regresar para entregar el mando al electo Andrés López Obrador.
Aunque el T-MEC continúa sobre las bases del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), se añadieron capítulos y disposiciones en diversos rubros, a instancias de la presión que ejerció a sus socios la administración de Trump desde su llegada al poder.
Entre las actualizaciones se destaca el aumento del porcentaje del contenido regional en la industria automotriz, combate a la corrupción y sobornos, mayores reglas para que ciertos componentes manufacturados sean hechos en zonas de altos salarios, mayor protección a la propiedad intelectual, y nuevas reglas para el comercio electrónico.
Tras la firma del T-MEC, el acuerdo será enviado al poder legislativo de cada uno de los tres países para ser ratificado en 2019, con lo que se afirma se logrará modernizar la alianza comercial estratégica de América del Norte, fortalecer la competitividad de la región y ofrecer certidumbre a las inversiones.