Hillary Clinton y Donald Trump convivieron en una cena benéfica celebrada en Nueva York y no perdieron el tiempo para intercambiar comentarios cargados de sarcasmo y humor ácido. En un momento, Trump le echó en cara a Clinton que era la primera vez que hablaba con personalidades tan importantes "sin que le paguen por ello".
El encuentro se llevó a cabo en el hotel Waldorf Astoria y cumplió con una tradición de décadas para invitar a candidatos presidenciales a una cena de gala que les permita reflejar su sentido de humor.
Por su parte, la demócrata destacó la caballerosidad del republicano por mandarle un vehículo para que la trasladara a la cena de esta noche, pero dijo que se trataba de un "coche fúnebre".
"El Presidente me pidió que deje de lloriquear. Pero hay algo que no entiendo. Michelle Obama pronuncia un discurso y todos la aman. Mi esposa dice exactamente el mismo y todos la atacan. Realmente no lo entiendo", bromeó Trump sobre el escándalo del plago de discursos.
Al margen de las bromas, Trump llegó a calificar a Clinton de "corrupta", tanto que "la echaron de la Comisión del Watergate", lo que generó abucheos de parte del público. La ex primera dama de Estados Unidos retrucó al decir que cuando la gente reconoce en la Estatua de la Libertad un símbolo que ilumina a los inmigrantes, el magnate republicano solo ve un "cuatro", aludiendo a comentarios machistas de Trump valorando el físico de las mujeres entre uno y diez.