Desde que se conoció la noticia del hallazgo del ARA San Juan, se vive una tensión entre los familiares, que reclaman los cuerpos de los 44 tripulantes, y la Armada, que no dio ninguna seguridad de que fuera a ser posible recuperarlos. Mientras que las familias sostienen que quieren "aunque sea el polvo", epecialistas del área naval y forense coincidieron en que reflotarlo es una tarea muy compleja, casi una misión imposible.
La dificultad no solo respondería a cuestiones meramente económicas, sino también a la falta de medios especiales y de tecnología adecuada, tanto en el país, como quizás en el mundo, por la falta de un antecedente previo de un rescate a esa profundidad -el submarino está a 907 metros.
Por el momento, para saber si es posible el reflote se necesitan más estudios y pruebas. Según Horacio Tobías, extripulante del ARA San Juan, no se sabe si existen en el mundo tecnologías adecuadas para reflotar al submarino, como por ejemplo robots que tendrían que hacer trabajos telecontrolados a casi un kilómetro de distancia, más potentes que los que utilizó hasta ahora la empresa Ocean Infinity.
Otros especialistas consultados explicaron que en el rescate se pueden poner en riesgo vidas humanas. "Pensar en reflotar el submarino es una utopía hoy en la Argentina", indicó Fernando Morales, vicepresidente de la Liga Naval Argentina. Para el perito, todo el proceso llevaría años además de la organización previa necesaria.
Tobías, por su parte, consultado por La Nación, recomendó mirar el ejemplo del submarino ruso K-141 Kursk, que se hundió en 2000. Su extracción tuvo un costo aproximado de más de 100 millones de dólares, pero aún así no serviría como referencia dado que el submarino se encontró a 110 metros de profundidad. Y mientras que el operativo de salvamento ruso duró más de 12 meses, otro interrogante en este caso sería cuánto tiempo podría llevar la extracción del ARA San Juan.
En cuanto al rescate de los cuerpos de los 44 tripulantes, que fue uno de los principales reclamos de los familiares en las últimas horas, una alta fuente de medicina forense coincidió con los especialistas que no existe evidencia científica previa que permita prever o especular sobre su estado tras un año en el lecho marino. "No se puede abrir juicios porque no se conocen los mecanismos físicos que actuaron sobre la parte principal del submarino, por ende tampoco se sabe a qué estuvieron sometidos los cuerpos de los tripulantes", destacó.