Con cintas en la cabeza con el lema "Chico duro", decenas de niños son sometidos a estrictos entrenamientos militares para convertirlos en "hombres de verdad", que en China significa no ser un llorón, saber pelear o ser fuerte, y salvarlos así de una supuesta crisis de masculinidad en la actualidad.
Muchos padres envían al "Club de los Chicos", una escuela en la ciudad de Qinhuangdao, en el este, a sus hijos de entre 5 y 12 años para que aprendan hábitos cotidianos como lavar la ropa o doblar las sábanas y lleven una vida más saludable dejando a un lado los vídeojuegos y practicando más deporte.
El método utilizado por esta escuela se basa en la disciplina militar: correr sin camiseta en invierno, escalar montañas o aprender a pelear al grito de "¿Qué somos? Somos hombres".
Ese es el lema de la escuela, fundada hace ya seis años para hacer frente a una supuesta falta de masculinidad de los niños chinos, que actualmente son "más femeninos, con mucho sentimiento y tristeza", explicó a la agencia Efe Jing Jing, una de las profesoras.
"Algunas lágrimas merecen el respeto. Y otras no", afirma con contundencia la profesora, que argumenta que aunque es bueno expresar sentimientos "normales" como la alegría o la tristeza, los niños tienen que aprender que las cosas no se consiguen con lloriqueos.
En China, los niños que lloran o no muestran su carácter a través de la fuerza son tachados a menudo de ser "demasiado femeninos" en una sociedad tradicional en la que se reprime generalmente la expresión de las emociones y los sentimientos.
El éxito de la escuela es indudable: cada año recibe a más de 2.000 niños en diferentes tipos de cursos -algunos durante los fines de semana y otros durante las vacaciones- que no bajan de los 5.000 yuanes (635 euros).