Desde que la Conmebol confirmó las fechas de las finales de la Copa Libertadores entre Boca y River, este sábado 10 de noviembre se convirtió en una de las fechas más esperadas por los hinchas de ambos clubes y por los fanáticos del fútbol en general.
Pero las intensas lluvias que cayeron durante varias horas en la Ciudad de Buenos Aires obligaron al organismo organizador de la competencia a suspender el partido, y a reprogramarlo para el domingo 11 a las 16 horas.
Para cuando la noticia de esta reprogramación llegó a oídos de los hinchas xeneizes, la mayoría de ellos ya estaban en el interior de la Bombonera, empapados y con la ilusión de vivir un encuentro histórico.
Sin embargo, no les quedó más remedio que comenzar a abandonar el estadio donde es local el club de sus amores, muchos de ellos con la incertidumbre de si podrán o no volver el domingo.