La tasa de interés de referencia dio este lunes un nuevo pequeño paso para atrás, al ubicarse en 68,19%, pero esto no motivó la demanda de dólares y el tipo de cambio cerró estable en las ventanillas de los bancos.
El precio promedio del billete en los bancos se ubicó en los 34,70 pesos comprador y 36,60 pesos vendedor, mismos valores que el viernes pasado. En las pizarras del Banco Nación, la divisa terminó incluso más abajo, en $36,40 para la venta.
Sí hubo un leve movimiento en el segmento mayorista. Según el Mercado Abierto Electrónico, el tipo de cambio cerró allí en los 35,45 pesos comprador y 35,65 pesos vendedor, unos dieciséis centavos arriba del final del viernes pasado.
Esa suba estuvo motivada principalmente por órdenes de compras anticipadas por las empresas dado que mañana el sector financiero se verá prácticamente paralizado porque los bancos no abrirán al público, dado que se celebra el Día del Bancario.
Gustavo Quintana, de PR Cambiemos, dijo que este lunes se observó un desarrollo monótono de la primera rueda de la semana con un muy leve incremento del volumen de negocios, aún a pesar de la necesidad de anticipar operaciones por la inactividad del mercado bancario.
En ese contexto, el Banco Central efectuó una subasta Letras de Liquidez (Leliq) a 7 días de plazo. El monto adjudicado fue de 96.071 millones de pesos. La tasa promedio de corte se ubicó en 68.197%%, siendo la tasa máxima adjudicada de 68.50%.
Eso marcó un avance en la baja paulatina de tasas, que el viernes se habían ubicado en 68.519% promedio y 69.001% de máxima.
Cerca del piso
El cierre de este lunes en el segmento mayorista puso al Banco Central a 46 centavos de la posibilidad de volver a comprar reservas, el nivel más bajo desde que se inició en marcha la nueva política monetaria a principios del mes pasado.
Cuando puso en marcha la nueva política monetaria, el Banco Central había establecido el 1 de octubre una zona de no intervención cambiaria que en el inicio se ubicó entre los 34 y los 44 pesos. A ese nivel se le aplica un ajuste mensual del 3%, prorrateado en cada día.
Si el tipo de cambio rompe el piso –que el martes operará en 35,23 pesos-, el Central puede salir a comprar billetes para evitar que el precio siga bajando y evitar así atraso cambiario. Si perfora el techo, puede vender para impedir una nueva devaluación.
Si bien el nuevo programa monetario fue consensuado por el Gobierno y el Banco Central con el Fondo Monetario Internacional, en el organismo creen que aún es pronto para una intervención si el dólar rompe el piso de cotización establecido.
Según dejó entrever el economista jefe del FMI, Roberto Cardarelli, el organismo se inclina por una flotación libre para el tipo de cambio o, al menos, que la intervención se dé recién cuando la tendencia bajista sea marcada y sostenida.
En el organismo con sede en Washington estiman que hay que darle un tiempo a la situación cambiaria para que encuentre estabilidad según la oferta y la demanda, y que la intervención oficial debe ser ejecutada sólo si se observan movimientos disruptivos.
Por el avance del ajuste fiscal, el Tesoro se encuentra en una situación holgada para enfrentar sus necesidades financieras, tanto que no tendrá que salir a vender dólares al mercado por lo menos hasta marzo de 2019.
Por ello, los 5.631 millones de dólares que llegaron recientemente del crédito del FMI fueron a engrosar las reservas y lo mismo sucedería con los más de 7.000 millones que arribarán en diciembre próximo.
En este escenario, si el Banco Central sale a comprar dólares al mercado, los billetes irán directamente a sus reservas, se que encuentran actualmente en los 54.256 millones de dólares.