Sharran Sutherland, de 40 años, sufrió un aborto espontáneo a las 14 semanas de embarazo y en lugar de dejar que los doctores tiraran el feto como desecho médico, lo conservaron.
La mujer y su esposo se llevaron el feto a su casa de Missouri, Estados Unidos, y lo congelaron durante una semana. Y antes de enterrarlo en una maceta en la vivienda, decidieron sacarle varias fotos y compartirlas a través de las redes sociales para concientizar sobre el aborto.
"Era un bebé completamente real. Estaba completamente formado", escribió Sharran en su cuenta de Facebook.
"¿Cómo puede una persona negar no solo la humanidad de mi niño pequeño, sino también a todos los otros bebés tan pequeños como él y matarlos de una manera tan horrible? Espero que al compartir estas imágenes de mi precioso niño pequeño pueda hacer que una persona que está contemplando el aborto decida dejar que su hijo viva", agregó en el posteo, que tuvo una gran repercusión por lo cual su historia llegó a varios medios.