Durante nueve meses, Antonella Milena Santiago Padilla fingió estar embarazada con una panza de trapo para retener a su esposo. El día del parto, la mujer colombiana de 37 años inventó que le habían secuestrado y robado el bebé.
Según informó el diario Al día, cuando sus familiares la llevaron al hospital, la mujer dijo que el día de la cesárea había ido a cobrar una plata que le debían, y en el camino fue secuestrada por un grupo de hombres que la drogaron. Según su relato, no supo más nada hasta que se despertó a la noche en un supermercado.
Su versión fue que le habían hecho una cesárea clandestina para robarle a su hijo y vender los órganos en el mercado negro. Inmediatamente los médicos avisaron a la Policía, que empezó una investigación. Pero los efectivos empezaron a sospechar: les llamó la atención que tuviera fuerzas para hacer un trámite el día del parto, y que la mujer nunca quiso que los profesionales la revisaran.
Finalmente la Policía, su esposo y el resto de su familia la presionaron para que se hiciera un análisis de sangre y comprobaron que nunca había estado embarazada.